Siempre polémico. Es conocido que el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, representa el ala más conservadora de la Iglesia católica argentina. Sus controvertidas últimas declaraciones, lejos de sorprender, están a tono con lo que ya expresara en anteriores ocasiones.
Ayer, el religioso renovó sus duras críticas al “Protocolo para la atención integral de los abortos no punibles” y tras exhortar a los médicos a “protestar” organizadamente por esta situación, acusó al Estado de ejercer una “presión indebida” contra los profesionales que “están para salvar vidas, no para matar”.
“Médicos aborteros ha habido siempre, pocos felizmente, pero ahora son presionados por el Estado para que se conviertan en tales”, disparó Aguer. Y a continuación propuso que en lugar de hacer una nómina de profesionales que “hacen objeción de conciencia”, se confeccione “una lista de médicos dispuestos a practicar abortos”.
El arzobispo atacó una vez más el protocolo referido a los abortos no punibles. “Todo el mundo sabe que los médicos están para curar, para salvar vidas, no están para matar. Pero el mencionado protocolo les impone la tarea de eliminar a niños por nacer”, se quejó el purpurado.
El religioso recordó: “Aquí se juega algo muy grave para la conciencia de los médicos, ellos hacen un juramento cuando acceden a la profesión, es el famoso juramento hipocrático. La fórmula establecida por Hipócrates no suele usarse actualmente, sino una nueva, que se llama fórmula de Ginebra, que entre sus considerandos asume esta obligación: «Tendré absoluto respeto por la vida humana desde la concepción’”.
“La presentación pública del malhadado protocolo no suscitó mayores reacciones. Pero los médicos tendrían que protestar personal y colegialmente, porque en aquella medida hay una presión indebida del Estado que va contra la naturaleza de la medicina misma, y por tanto contra los derechos y deberes de los médicos de servir a la vida”, consideró.
Aguer recordó también declaraciones de la Academia Nacional de Medicina, una de las cuales dice que “terminar deliberadamente con una vida humana incipiente es inaceptable. Representa un acto en contra de la vida, pues la única misión de cualquier médico es proteger y promover la vida humana, nunca destruirla. Toda legislación que autoriza el aborto es una negación de estos derechos y, por lo tanto, de la medicina misma”.
El dato
El arzobispo Héctor Aguer propuso que se confeccione “una lista de los médicos dispuestos a practicar abortos”.
Fuente: www.eltribuno.com