El Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, rechazó hoy las críticas de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) sobre un supuesto riesgo para la libertad de prensa en este país, y acusó a esa organización de editores de haber apoyado a dictaduras en el continente.
«Los miembros de la SIP, como han actuado siempre en el pasado apoyando incluso dictaduras, están equivocados», dijo en una rueda de prensa en la ciudad central de Cochabamba el portavoz presidencial, Iván Canelas.
El funcionario rechazó la acusación lanzada durante el pasado fin de semana por la SIP de que la prensa boliviana afronta hoy el mayor riesgo contra la libertad de expresión desde que hace 28 años llegó la democracia al país.
La SIP aseguró que la ley contra el Racismo promulgada recientemente por Morales es «noble y justa», pero criticó que «tramposamente» se han incorporado en ella dos artículos que restringen la libertad de expresión.
El artículo 16 fija sanciones económicas e incluso el cierre de medios que publiquen lo que el Gobierno considere «ideas racistas y discriminatorias», y el 23 establece que los periodistas y dueños de medios acusados de racismo no podrán acogerse a fuero alguno al ser procesados.
Canelas sostuvo que la SIP está formada por dueños de medios «que no tratan bien a sus propios trabajadores, los botan cuando quieren, no les pagan beneficios sociales, no les aseguran ni en salud ni en vejez, absolutamente en nada».
El portavoz subrayó que «la libertad de expresión, la libertad de prensa, están garantizadas en Bolivia».
Morales se negó a recibir en octubre a una delegación de la SIP que visitó Bolivia para analizar las protestas de asociaciones de medios y sindicatos de periodistas que han pedido al mandatario, sin éxito, que elimine o modifique esos dos artículos de la ley contra el racismo.
Los editores y periodistas bolivianos han aclarado que están en contra del racismo y que no objetan toda la ley, sino los artículos que amenazan a la libertad de expresión, y han rechazado las acusaciones de Morales de que son racistas porque critican esa norma.
Fuente: EFE