Si bien no era la luna de Valencia, ayer Boca salió a la cancha con la mente en otro lado, totalmente alejada de la cita de turno. Jugó sus cartas ante All Boys con la final de la Libertadores y el Corinthians revoloteándole por doquier; incluso atendiendo más a lo que pudiera ocurrir con Tigre y Arsenal, que si perdían podían darle pase libre al bicampeonato -siempre y cuando lograran llevarse los tres puntos de Floresta-. Y el dignísimo «albo» se valió de todo aquello para aplastarlo: 3 a 1. Allí, afloró la figura de Emmanuel Perea, para los desprevenidos: el tucumano goleador del día que, entre otras cosas, fue parte importante del último ascenso a Primera que San Martín pudo recaudar.
Perea tuvo su tarde de gloria, con un hat trick mágico, ayudado por un equipo diezmado de titulares y con sustitutos hambrientos por dar la nota venciendo al grande que por primera vez lo visitaba en su casa. Además, la floja línea de fondo «xeneize» le facilitó las cosas al oriundo de Los Pocitos, que se hizo un festín con los regalos del debutante Alan Aguirre, de Enzo Ruiz y de Gastón Sauro -de lo mejorcito en la tarde de Boca-. El triplete de Perea incluso pudo ser cuarteto, y más, porque chances para concretar tuvo a lo loco. Primero acertó de cabeza, con la tranquilidad digna de un león del área. El segundo llegó por una jugada de manual que el tocado por la varita concluyó a lo grande. Con esos dos tesoros adentro llegó el descanso. Pero Perea tenía algo reservado para la vuelta. Embocó el tercero apenas pasados los 5′ del complemento, como para terminar de apagar la esperanza de Boca, si en algún momento fue tal. Con la goleada consumada a pesar del descuento de Sauro, y una figura que se caía de maduro, el «tucu» terminó siendo el último estandarte de un All Boys enorme, dueño de un campañón, que hasta se dio el lujo de pelear el título casi hasta el final.
¿Y qué de Boca? No mereció paupérrima despedida del Clausura, porque dejó escapar el bi a dos fechas de la definición, y sin dejar de dar pelea en ningún frente. Para ellos, reconocimiento al esfuerzo.
Fuente: La Gaceta