Tras la muerte de Kirchner, la oposicion frena la avanzada contra Fellner

En algunos bloques pretendían desplazar al jujeño de la presidencia de la Cámara de Diputados y relevar a la vicepresidencia segunda a la kirchnerista Patricia Fadel. Los acusan de haber apelado a nimiedades administrativas para bloquear sesiones y trabar proyectos. Pero la centroizquierda nunca se entusiasmó con la idea y esa semana se mostró más distante. En la UCR es un tema de debate y la Coalición mantiene silencio. Sólo el Peronismo Federal insiste con la embestida.

Si lago provocó la muerte de Néstor Kirchner en el Congreso es que quienes transitaban en la zona gris que antes de cada votación se abre entre oficialistas y oposición, ahora tendrán menos costos en favorecer a los primeros, ya sea por acción u omisión, poco importante para el resultado final.

Y una de las consecuencias de este escenario, ya distinto de aquella furia antikirchnerista que preponderó a comienzo de año, es la posible continuidad de Eduardo Fellner como presidente de la Cámara de Diputados.

El kirchnerista jujeño cumplirá su mandato el 3 de diciembre, a un año de aquella sesión preparatoria en la que la oposición se unió para dejar al oficialismo con minoría en todas las comisiones y consolarlo con la continuidad de la presidencia.

Para repartirse los cargos se agruparon en un Grupo que denominaron A, para diferenciarse del resto, oficialistas y aliados. Hábiles, los once diputados de centroizquierda aceptaron levantar la mano toda la oposición a cambio de más cargos en comisiones de lo que una división exacta les adjudicaba. Obtenido el premio, comenzaron a diferenciarse y a exigir una condición distinta por cada proyecto.

Pero la persistencia del resto del resto del Grupo A, cuyos referentes convivieron con sus diferencias y nunca rompieron lazos, obligó a los 11 de centroizquierda a apoyar proyectos como la reforma de la composición del Consejo de la Magistratura o la eliminación de los superpoderes, que descansan en el Senado. También dejaron pasar el 82% móvil pasó el filtro de la Cámara alta y se convirtió en el único veto de la presidenta.

Con el Gobierno más reconciliado con la sociedad, esta semana se los vio más proclives a no empujar más proyectos molestos para la presidenta. Así lo interpretaron diputados de la UCR la Coalición Cívica y el peronismo federal consultados por LPO.

Y con esa benevolencia, interpretaron las fuentes, difícilmente sumarán a los suyos para dejar a Fellner como diputado raso. Tampoco dieron el visto bueno para, al menos, llevar a esa situación a Fadel, quien en la última sesión ordinaria levantó abruptamente la sesión tras adelantar la votación, actitud que le valió un repudio incluso de Fernando “Pino” Solanas, uno de los impredecibles de centroizquierda.

Esa actitud había movilizado a la Coalición Cívica a reconsiderar la postura de respetar la presidencia de la Cámara para el oficialismo, como habían entendido que convenía hacer hace un año, cuando había votos para arrebatársela.

Pero tras la muerte de Kirchner, Elisa Carrió no dio señales de vida. No sólo que no habló por los medios sino que tampoco participó de la sesión en la que se lo homenajeó.

Tiempista, la chaqueña sabe que ahora la sociedad puede mirar de otra manera lo que en los papeles significaría una Cámara de Diputados manejada por un opositor: quedarían las dos líneas sucesorias presidenciales de un color distinto al Gobierno. ¿Le conviene quedar como estratega de un golpe a la presidenta?

Para algunos diputados del peronismo federal, el duelo nada debería cambiar. A los radicales, por su parte nunca les gustó mucho la idea de ir por tanto y sembrar un antecedente que puede jugarle en contra si alguna vez vuelven a la Casa Rosada.

Encima reciben los embates por Cobos, a quien los militantes K convirtieron en su principal enemigo desde la muerte de su líder. El cántico con el pedido de renuncia es el himno predilecto de los relucientes jóvenes kirchneristas.

El artículo 37 de la Cámara de Diputados es claro. Establece que las autoridades cumplirán un año en sus funciones y luego el cuerpo debe elegir si decide que continúen en ellas. Si no lo hacen, dice el mismo apartado, seguirán ostentándolas, tal vez, lo que ocurra desde el 3 de diciembre.
Fuente: lapoliticaonline