Aníbal reasigna fondos previsionales a la Afip, Desarrollo y la Policía Federal

Con superpoderes, ya incrementó este año el Presupuesto en $18.528 millones. A la Anses le reconocieron $2.731 millones más de recursos propios de los que tenía previstos hasta el momento, pero de ese total $1.115 millones se gastaron en otras jurisdicciones.

Por segunda vez en menos de tres semanas, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió a usar los superpoderes para hacer un fuerte aumento del gasto total, sincerando en parte los números presupuestarios.

Según el diario La Nación, esta vez autorizó un aumento del gasto total de 4612,7 millones de pesos, en parte reconociendo el aumento de recursos propios de algunos organismos y en parte haciendo alquimia contable, fingiendo reducciones de inversiones financieras. El Gobierno no ha sincerado la recaudación general de impuestos, que ha resultado mucho mayor que las deliberadamente bajas previsiones que puso en el presupuesto 2010.

Para poder echar mano de esas partidas no basta con los superpoderes del jefe de Gabinete, por lo que se debería recurrir al Congreso y negociar la reasignación. Pero se espera que, tal como hizo en 2009, la presidenta Cristina Kirchner utilice un decreto de necesidad y urgencia que probablemente aparezca sincerando todas las partidas presupuestarias cuando esté más cercano el final de las sesiones ordinarias del Parlamento.

Con la decisión administrativa 765/10, publicada ayer en el Boletín Oficial, Aníbal Fernández destinó los mayores aumentos del gasto a aumentar los subsidios destinados a contener los incrementos de las tarifas eléctricas ($ 590 millones) y las de transporte ($ 360 millones).

A la Anses se le reconocieron 2731 millones de pesos más de recursos propios de los que tenía previstos hasta el momento. Pero de ese total 1115 millones se gastaron en otras jurisdicciones para destinos que no son previsionales. Por ejemplo, 815 millones fueron enviados como «contribución a la administración central» y se repartieron del siguiente modo: 15 millones para el Servicio Penitenciario Federal, 100 millones para la caja de retiros y pensiones de la Policía Federal (en una repetición de un mecanismo utilizado para financiar esos dos destinos a mediados de octubre pasado, como lo reveló oportunamente LA NACION). Otros 200 millones fueron al pago de retiros y pensiones militares y 800 millones al Ministerio de Desarrollo Social, para el pago de pensiones no contributivas.

También a la Anses se la obligó a hacer una contribución de 36 millones de pesos a la AFIP, y la autorizaron a gastar 170 millones de pesos más en gastos de funcionamiento, que no incluyen aumentos salariales para el personal y en cambio sí pagos de servicios de mantenimiento y limpieza, comunicaciones, de informática, comerciales, financieros, comisiones y un misterioso rubro de «otros no especificados precedentemente», que se llevó casi la mitad del total, con 82 millones de pesos.
Asignación por hijo

También se sinceraron, aumentándolas, partidas para el pago de la asignación universal por hijo, asignaciones familiares y complementos de prestaciones previsionales.

Las jurisdicciones con mayores incrementos fueron los ministerios de Trabajo, del que depende la Anses, seguido por el Ministerio de Planificación. La cartera de Julio De Vido recibió, además de los subsidios mencionados, incrementos de 200 millones de pesos para Vialidad y otro tanto para el Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico.

Pero los subsidios energéticos no terminaron allí: también se destinaron 300 millones adicionales a Enarsa, la subsidiada compañía estatal que había recibido un refuerzo de aportes en octubre. Claro que en este caso las partidas no salieron de la cartera de De Vido sino de la cuenta Obligaciones a cargo del Tesoro. Otros 10 millones fueron a aumentar los subsidios a la empresa Educar.
Fuente: lapolitica