El Gobierno sube el ritmo devaluatorio y convalida ya una tasa de 18% anual

Hay varias lecturas en el mercado. Por un lado, la necesidad oficial de acelerar la depreciación del peso para no perder competitividad, con una inflación que no cede y con un real que cambió de rumbo y ahora se devalúa en Brasil. Por otra parte, si existen expectativas reales en el Gobierno de encarar una devaluación más dura, al BCRA ya no le conviene continuar con la estrategia de «regalar» los dólares en los mercados de futuros, porque saldría perdiendo.
El Gobierno está acelerando el ritmo de devaluación. En rigor, ya convalida una depreciación del peso de 18% anual. El porcentaje se desprende de lo que el Banco Central (BCRA) marca en los mercados futuros de dólar. Las tasas implícitas que arrojan los precios de los contratos que se negocian en la curva, comparado con el valor spot o del día del tipo de cambio en el mercado mayorista oficial, registraron una significativa suba en los últimos dos meses.

Si se toma en cuenta el plazo negociado para fin de año en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) (en donde el Central interviene activamente), la tasa implícita se ubica en 17,54% (anualizado). El viernes último, para el vencimiento de 31 de diciembre se pactó un tipo de cambio a $ 4,93 y en el contado, la divisa estadounidense cerró en alza a $ 4,486. El contrato para fin de mes se operó en $ 4,5220, arrojando una tasa de devaluación anualizada de 14%. Ésos son sólo dos ejemplos, pero el incremento se dio en todos los vencimientos, informa hoy el diario El Cronista.com

Hace dos meses para el contrato de fin de año, el Central convalidaba una tasa implícita de 11% y ofrecía contratos a fin de mes a una tasa de 9,5%. Con intereses más bajos, la jugada de la mesa oficial apuntaba a alentar a los inversores a que vendan divisas en el spot y cubrirse en futuros comprando contratos a un tipo de cambio barato (resguardándose de una variación más alta). Pero ahora, el ente regulador cambió su estrategia y encareció los contratos.
Hay varias lecturas en el mercado. Por un lado, la necesidad oficial de acelerar la depreciación del peso para no perder competitividad, con una inflación que no cede y con un real (el viernes ubicado en 2,02 unidades por dólar) que cambió de rumbo y ahora se devalúa en Brasil, principal socio económico de Argentina.

Por otra parte, si existen expectativas reales en el Gobierno de encarar una devaluación más dura, al BCRA ya no le conviene continuar con la estrategia de «regalar» los dólares en los mercados de futuros, porque saldría perdiendo «aunque en más de una oportunidad haya tenido que resignar ganancias por esta vía». De todas formas, los operadores consultados advierten que seguramente la devaluación anual no será tan profunda. Y entienden estos niveles de tasas convalidadas más como una señal de la autoridad monetaria que apunta a dar una referencia para el mercado de tasas en pesos.