Cardenal Sodano niega «divisiones» en el Vaticano

El exsecretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Angelo Sodano, mano derecha por décadas del fallecido Juan Pablo II, desmintió el miércoles que reine un clima de «divisiones» dentro del Vaticano y sostiene que se trata sólo de «opiniones diferentes».

El purpurado, «genio político» del largo pontificado de Juan Pablo II, intervino por primera vez sobre las inéditas filtraciones a la prensa de documentos reservados del papa Benedicto XVI, que develan los conflictos, peleas y odios internos dentro de la Curia Romana o gobierno de la Iglesia.

«Que se hable de varias maniobras me sorprende porque la diversidad de opiniones no significa que estemos divididos (…) Es claro que entre personalidades tan diferentes, por nacionalidad, cultura, sensibilidad social, los juicios suelen ser distintos sobre los diferentes métodos de trabajo», declaró Sodano en una entrevista al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano.

«Nosotros, los cardenales, queremos crear un cenáculo alrededor de Pedro, sin asombrarse por las dificultades del momento», explicó el cardenal italiano, de 84 años, quien fue Secretario de Estado de 1990 al 2006.

El cardenal considera que el Vaticano es víctima de la «desinformación» que domina actualmente en los medios de comunicación.

Sodano recordó que 2.843 personas trabajan en la Curia Romana y 2.001 en la administración del Vaticano.

«En un grupo tan numeroso, hay gente que no cumple sus deberes», comentó.

Según el diario italiano La Repubblica, uno de los «espías» responsables de las filtraciones, que han desestabilizado al gobierno central de la Iglesia, anunció que entregará nuevos documentos internos hasta que «no sean expulsados del Vaticano los verdaderos responsables», indicando entre ellos al actual número dos de la Santa Sede, el cardenal italiano Tarcisio Bertone y el secretario particular del Papa, el alemán Georg Gänswein.

La imagen del Vaticano salió afectada gravemente por la filtración de un centenar de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI, ya que puso en discusión inclusive su liderazgo como guía de la Iglesia.
AFP