Para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la visión desde el capitolio al parecer no podría ser mejor. Una derrota demócrata en las elecciones legislativas de Estados Unidos en favor de los republicanos, considerados en Israel como aliados incondicionales, podría dar al líder israelí más incentivo para resistir la presión de un debilitado Barack Obama para que haga concesiones en las negociaciones de paz de Oriente Medio.
Varias fuentes políticas israelíes dijeron el miércoles que miembros del círculo más cercano a Netanyahu se vieron animados por el avance republicano ante un presidente demócrata, que está fuertemente en desacuerdo con el primer ministro derechista israelí sobre los asentamientos judíos en la ocupada Cisjordania.
Los palestinos, que quebraron las conversaciones directas con Israel en septiembre cuando Netanyahu se negó a extender una moratoria de construcción limitada en los asentamientos de Cisjordania, dijeron que esperaban que Obama mantuviera el curso en la búsqueda de la paz en la región.
«No hay dudas de que los resultados de las elecciones han fortalecido enormemente a elementos pro israelíes en Estados Unidos en general, en la Cámara de Representantes, en el Senado y en todo el espectro político», dijo Yoram Ettinger, ex diplomático israelí que sirvió en Estados Unidos.
«Esto va a contraer inmensamente la capacidad de maniobra del presidente, quien es en general bastante crítico (incluso) negativo hacia Israel. Lo que haría necesario que el presidente, pienso, limite su presión sobre Israel», añadió.
Pero algunas fuentes políticas dijeron que Netanyahu educado en Estados Unidos, tenía una visión más cauta del impacto de la votación del martes sobre la política exterior de Obama y las perspectivas de un segundo mandato.
Las fuentes dijeron que Netanyahu sabía bien que el demócrata Bill Clinton, quien también intentó lograr la paz israelí-palestina, había rebotado desde una victoria republicana en elecciones legislativas en 1994 y ganado la reelección como presidente dos años después.
PRESION
Bajo presión internacional para que ceda en su posición, se cree que Netanyahu también está trabajando en una posible reanudación del congelamiento parcial de inicios de casas en asentamientos de Cisjordania, a cambio de un paquete de incentivos ligados a la seguridad por parte de Washington.
Una nueva moratoria podría ayudar a Netanyahu a evitar una exclusión por parte de Obama mientras Estados Unidos e Israel exploran formas de lidiar con el programa nuclear de Irán, que Occidente piensa que está destinado a producir armas atómicas, una acusación que Teherán niega.
En general se espera que Obama, una vez finalizado el proceso de elección legislativa, incremente los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos para revivir las negociaciones de paz israelí-palestinas.
El tiempo está corriendo: la Liga Arabe dio el 9 de octubre a Estados Unidos un mes para persuadir a Israel de que detenga la construcción de asentamientos o arriesgue el colapso total de las negociaciones.
La próxima semana, Netanyahu podrá hacer su propia lectura del escenario post electoral durante una visita de 5 días a Estados Unidos, donde se dirigirá a una conferencia judío estadounidense y se reunirá con el vicepresidente Joe Biden para discutir el estancado proceso de paz.
Fuente: terra