La Ciudad invierte una fortuna para la quita de cartelitos y folletería ilegal, que está a cargo de cooperativas de trabajo
El tema de las pegatinas ilegales en la Ciudad, con folletería, panfletos y cartelitos, se sabe, es uno de los problemas más viejos. Así y todo, su resolución se hace casi imposible y su arreglo le demanda grandes sumas de dinero al Gobierno porteño, que realiza el trabajo de mantenimiento con trabajadores de cooperativas, que no dan abasto.
Ofertas sexuales, clases particulares de inglés y compra-venta de autos son algunos de los tantos cartelitos que se ven a diario pegados en teléfonos públicos, fachadas de casas, postes de iluminación o paradas de colectivo. Y si bien ya es una cuestión que afecta a todos los barrios porteños, las principales avenidas (Rivadavia, Callao, San Juan, Corrientes, Santa Fe, Córdoba) son las que muestran los peores signos de ese “empapelamiento”. ¿Quién se hace cargo de esa mantención? La tarea de despegar la folletería la llevan a cabo más de 400 trabajadores de cooperativas de Higiene. Pero… “Se sacan de un lugar y, unas horas más tarde, ese mismo espacio está nuevamente lleno de carteles”, cuentan los vecinos.
Para mantener limpia la Ciudad, entonces, la consecuencia es económica: el Gobierno desembolsa más de 40 mil pesos por día. Tanto el Código Contravencional como el Código de Faltas de la Ciudad prevén multas para estas actividades, aunque muy pocas veces llegan a hacerse efectivas. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público labra actas de infracción, aunque insuficientes.
El mes pasado el Gobierno presentó el nuevo Mobiliario Urbano que se modificará progresivamente durante el año con novedosas paradas de colectivo, estructuras resistentes y nuevos semáforos. Hubo un pedido claro de las autoridades: “Que se los cuide”.
Fuente: La Razón