Goles y sonrisas
Felipe 
Se mueven en sectores muy distintos de la cancha. Y ellos son muy diferentes. Pero se dieron el gusto de marcar en la red de Barcelona y ese grito los unió. La admiración que se profesan y la ilusión por llegar a lo más alto.
Uno es un grandote que mete miedo. El otro es un chueco de gambeta endiablada. Uno se especializa en asperezas. El otro camina el trayecto de las suavidades. Sin embargo, por más que sean bien distintos, los dos tienen un gesto en común. Claudio Pérez y Juan Manuel Martínez sonríen. Su alegría, al cabo, es un bien preciado en tiempos en los que aquello por lo que se jugaba dio paso a ésto por lo que se debe jugar. Ambos autores de los goles en el triunfo vital de Guayaquil se encuentran con Clarín en la intimidad del hotel. “Mirá lo que es el gigante. Me saca una cabeza. En la cancha mete miedo. Pero afuera no pasa nada; es un pibe tranquilo”, suelta el Burrito Martínez. Y Chiqui Pérez responde: “El no será alto, pero andá a agarrarlo. Igual se tiene que encargar de eso, de la magia. Lo que hago yo es otra cosa”.
-Pero los dos aparecieron por el área.
-Yo me metí a esperar que algún compañero saltara y me la desviara. Tal vez entre tanto cabeceador yo paso más desapercibido y me puedo colar en la defensa. Los especialistas son Viatri, Burdisso, Chiqui o Silva. Pero yo tengo que moverme en la zona, para aprovechar. Te digo la verdad: el gol lo hice con la plancha. Metí la suela y la empuje, aunque me comí una patadita por el camino. Pero cuando miré que entraba, no me importó más nada (Martínez).
-El siempre va a la segunda jugada. Tiene eso que es de vivo. Yo me mando siempre a cabecear. Pero qué van a decir ahora si nosotros vamos a buscar todos los corners y la termina metiendo el tipo más bajito. Ahora tengo que alcanzarlo a Guille, que ya hizo dos goles. Igual, hablando en serio, si sirve para ganar, que lo meta hasta el arquero el gol (Pérez).
-¿Cuánto tiene de especial el primer gol con la camiseta de Boca?
-Es lindo tener la posibilidad de convertir. Lo buscamos permanentemente y nos brindó tranquilidad. Los goles nos dieron eso. Me quedé con bronca porque cuando el partido estaba más lindo para jugarlo fue en el momento que había hecho todo el desgaste. Es un momento bueno para entrar si estás en el banco; con un 2 a 0 arriba todo se hace más fácil (Martínez).
-Tenemos que lograr eso durante más tiempo. Mantener la tranquilidad que tuvimos después de los goles desde el inicio. Pero yendo a la pregunta, pienso que es muy especial. Porque fue mi primer gol internacional, el primero con la camiseta de Boca y en un partido tan importante. Es uno de los momentos más lindos de mi carrera. Te acordás de todo el sacrificio. De todo lo que pasaste en diferentes equipos del ascenso. Mirá si habrá sido especial que me vinieron a cambiar la camiseta los del Barcelona y les dije que no, que me la guardaba para mí. Ya se la pedí a los utileros y la voy a tener como recuerdo. Cumplí uno de mis sueños (Pérez).
-Fue una escena de película para ustedes: triunfo de visitante por la Copa Libertadores y con Carlos Bianchi en el banco. Una escena completa.
-Es bueno que esté Carlos. Nos estamos conociendo. Para nosotros es más fácil, ya que él es uno y nosotros somos 30. Pero yo quiero ganar todos los partidos y los torneos. Eso es lo lindo de jugar tantas competencias (Martínez).
-Todos sabemos lo que es Bianchi. Lo bueno es poder ir acomodándonos a algunas de las cosas que nos pide. Contra Barcelona se pudo dar todo eso que decías. Y por eso nos vamos contentos. La Copa Libertadores es lo más lindo que hay (Pérez).
Esos dos tipos que se identifican en sus diferencias siguen sosteniendo la sonrisa que los vincula. En sus rostros está la ilusión de Boca en la Copa Libertadores. Que con un gigante rudo y un mago de la pelota acaba de volver a encender esa ilusión. Por opuestos y por goleadores.
Fuente: Clarìn
Chiara 
