El lunes empieza el juicio a otro acusado por el asesinato de Diego Peralta
El Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) de La Plata iniciará el próximo lunes 8 de noviembre el juicio oral y público a un acusado por el secuestro y asesinato en 2002 del joven Diego Peralta, informó la madre de la víctima, Emilce Peralta.
En el banquillo de los acusados se sentará Carlos Ramón Garzón, alias «Pipi», que estuvo dos años prófugo de la Justicia y fue detenido en Paraguay, donde pasó un largo tiempo hasta su extradición a Argentina.
Diego Peralta, un adolescente de 17 años, fue secuestrado en la localidad bonaerense de El Jagüel (partido de Esteban Echeverría) el 5 de julio de 2002 cuando iba en remís a su colegio y el vehículo fue interceptado al grito de «alto, policía» por un auto sin patente en el que se movilizaban los delincuentes.
A los pocos días su familia pagó un rescate que los secuestradores exigían, pero el chico no apareció. En cambio, el 12 de agosto el cadáver de Peralta fue hallado flotando en una tosquera de Ezpeleta (Quilmes): le habían aplicado tres puñaladas y lo habían tirado aún vivo a las pestilentes aguas que había en ese pastizal.
Según confesó uno de los acusados, el chico habría visto a sus secuestradores cuando se le cayó la venda de los ojos y por eso, a sólo tres días de estar secuestrado, fue llevado hasta ese lugar descampado donde lo ejecutaron.
En diciembre de 2007 el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó a prisión perpetua a cinco de los ocho acusados por el crimen, mientras absolvió al remisero que llevaba al adolescente hasta el colegio y fue interceptado por la banda. La familia siempre sospechó de una connivencia policial con los maleantes pero nunca logró probarlo.
En el banquillo de los acusados se sentará Carlos Ramón Garzón, alias «Pipi», que estuvo dos años prófugo de la Justicia y fue detenido en Paraguay, donde pasó un largo tiempo hasta su extradición a Argentina.
Diego Peralta, un adolescente de 17 años, fue secuestrado en la localidad bonaerense de El Jagüel (partido de Esteban Echeverría) el 5 de julio de 2002 cuando iba en remís a su colegio y el vehículo fue interceptado al grito de «alto, policía» por un auto sin patente en el que se movilizaban los delincuentes.
A los pocos días su familia pagó un rescate que los secuestradores exigían, pero el chico no apareció. En cambio, el 12 de agosto el cadáver de Peralta fue hallado flotando en una tosquera de Ezpeleta (Quilmes): le habían aplicado tres puñaladas y lo habían tirado aún vivo a las pestilentes aguas que había en ese pastizal.
Según confesó uno de los acusados, el chico habría visto a sus secuestradores cuando se le cayó la venda de los ojos y por eso, a sólo tres días de estar secuestrado, fue llevado hasta ese lugar descampado donde lo ejecutaron.
En diciembre de 2007 el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó a prisión perpetua a cinco de los ocho acusados por el crimen, mientras absolvió al remisero que llevaba al adolescente hasta el colegio y fue interceptado por la banda. La familia siempre sospechó de una connivencia policial con los maleantes pero nunca logró probarlo.
Fuente: Diario Hoy