Con un escenario adverso, Moyano define sus pasos

Desistió de realizar el 1° de mayo un acto masivo y sólo irá a una convocatoria de los camioneros.

Con la disidencia sindical unida para desbancarlo de la CGT y enfrentado abiertamente con el Gobierno, el poder de Hugo Moyano está peligrosamente amenazado. Desde que cristalizó sus diferencias con el kirchnerismo, el 15 de diciembre pasado en un masivo acto en Huracán, el líder camionero soportó derrotas políticas y gremiales que lo ubican hoy en una situación de riesgo.

El escenario cambió. Hace apenas un año, Moyano pedía en la avenida 9 de Julio que los trabajadores votaran por la reelección de Cristina Kirchner. Fue durante la celebración del Día del Trabajo, rodeado de dirigentes y del Gabinete nacional. Hoy el líder cegetista y el kirchnerismo se desafían con actos en los que se enrostran críticas y protestas.

Con la interna de la CGT en ebullición, Moyano dejó esta vez sin efecto los festejos por el 1° de Mayo. Había pensado inicialmente en un multitudinario encuentro en un estadio de fútbol para el viernes próximo. Pero la juventud kirchnerista le ganó de mano: ese día la Presidenta será la oradora central en Vélez.

Moyano deberá ahora conformarse con un acto exclusivo de los camioneros en el Parque Roca, el jueves próximo. Se rodeará del calor de sus afiliados para celebrar los beneficios otorgados a los recolectores de residuos por parte del gobierno de Mauricio Macri. Este logro moyanista edulcoró momentáneamente el clima de incertidumbre y tensión por la interna sindical y por los cortocircuitos con la Casa Rosada.

La oposición sindical

La disidencia moyanista anhela convencer a Moyano de que desista a su candidatura para continuar al frente de la CGT. Los opositores Roberto Fernández (UTA) y Andrés Rodríguez (UPCN) ya le comunicaron sus intenciones de negociar con la difícil misión de alcanzar la unidad. Moyano no respondió aún el mensaje. Mantiene firme su postura de dar pelea y competir en las urnas, en el congreso cegetista programado para el 12 de julio. De llegar a esta instancia, su rival podría ser el metalúrgico Antonio Caló o algún referente ungido por el bastión de «los Gordos» (representantes de los grandes gremios).

Convencido de que perdió apoyo y de que algunos aliados están en fuga, Moyano abrió la puerta a un posible adiós. «Cualquiera sea el resultado del 12 de julio, camioneros y varias organizaciones más seguiremos reclamando, esté o no en la CGT», sugirió, en un acto en Neuquén.

En el terreno político, Moyano se quedó recientemente sin sus hombres de confianza en dos organismos clave. Hace un mes, echaron a Christian Asorey, yerno de su mujer, de la Administración de Programas Especiales (APE), el ente que administra un presupuesto anual de $ 1100 millones para tratamientos médicos de alta complejidad que prestan las obras sociales sindicales. Más reciente fue la salida del subsecretario de Transporte Automotor, Jorge González, moyanista de la primera hora, tras el decreto presidencial que eliminó un subsidio a los empresarios que le dan trabajo a una gran mayoría de los camioneros.

Moyano reunirá el martes al consejo directivo de la CGT. El llamado será parte del circuito legal para oficializar el congreso que elegirá las nuevas autoridades. También reiterará sus reclamos por mejoras salariales e impositivas, y por la millonaria deuda que considera que el Estado mantiene con las obras sociales de los gremios. Sin diálogo con el Gobierno, la intención de Moyano es, al menos, dejar en evidencia que aún le quedan fuerzas para dar pelea

Fuente: La Nación