Un ex magistrado del Tribunal Supremo de Venezuela enviado por agentes federales en avión hacia Estados Unidos, luce como un valioso tesoro de información para las autoridades estadounidenses que investigan los estrechos vínculos entre la cocaína, los sobornos y la corrupción en el gobierno del presidente Hugo Chávez.
Eladio Aponte Aponte, quien se encontraba en la clandestinidad hasta que apareció el martes en Washington, hoy en día colabora con la Agencia de Lucha contra Drogas (DEA). Expertos consideraron que su información brindará un invaluable vistazo a la conexión entre el narcotráfico, la cúpula militar y altos funcionarios del gobierno de Venezuela.
En una entrevista grabada hace unas semanas, cuando el ex magistrado se encontraba escondido en Costa Rica, Aponte declaró ante las cámaras que la justicia venezolana era un mito y como en al menos una ocasión había recibido una llamada desde la presidencia para proteger a un teniente coronel que había sido detenido en relación con la incautación de un cargamento de cocaína.
“Por Maggino [teniente coronel Pedro José Maggino Belicchi] me llamaron a mí desde la presidencia de la Republica para abajo, para que lo favoreciera”, confesó Aponte en una entrevista transmitida el miércoles por el canal de televisión Soitv .
“De la presidencia me llamó uno de los secretarios de la presidencia de la República; me llamó el ministro de la Defensa; me llamó [Henry] Rangel Silva [actual ministro de la Defensa]; me llamó el general [Hugo] Carvajal [ex jefe de la Dirección de Inteligencia Militar] […] Mucha gente abogó por ese señor”, agregó el ex magistrado.
Aponte, que salió de Venezuela para Costa Rica a principios de abril porque temía por su vida, fue trasladado del país centroamericano en la noche del martes a Estados Unidos en un vuelo fletado por la DEA.
Es considerado como un testigo que podría redefinir las futuras relaciones entre Venezuela y Estados Unidos por una razón: es un ex magistrado del tribunal superior de Venezuela, cuyo testimonio ante cualquier tribunal federal puede ser mucho más confiable que el de un traficante de drogas típico en busca de reducir su condena mediante un acuerdo de cooperación.
“Trae suficiente información para demostrar que Venezuela ha sido transformada en un narcoestado”, comentó Johan Peña, ex comisario de la Dirección Nacional de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP).
“Conoce todos los delitos que están siendo cometidos por altos funcionarios del gobierno en Venezuela. Formaba parte de esa estructura judicial que utilizaba Chávez para tener a todo el mundo en jaque”, agregó Peña quien vive exiliado en Miami.
El abogado David Weinstein, de Miami, ex jefe de la división de narcóticos de la Oficina del Secretario de Justicia de Estados Unidos, afirmó que Aponte era “una mina de oro” que sería valioso para diversas agencias del gobierno de Estados Unidos que están investigando el tráfico de drogas, el lavado de dinero y el narcoterrorismo en Colombia, Venezuela y otras partes de América del Sur.
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