Trabajadores de la línea D paralizaron el servicio por cuatro horas tras una discusión con un jefe del sector. En paralelo, hubo liberación de molinetes en nueve estaciones. Para mañana anunciaron un paro total de 19 a 23.
En medio de la liberación de molinetes anunciada el lunes, en reclamo de la apertura de paritarias y mejoras laborales, personal de la línea D de subtes paralizó sorpresivamente el servicio por casi cuatro horas, tras una fuerte discusión con un jefe del sector. Mientras tanto, los trabajadores volverán a levantar molinetes hoy de 17 a 19 en todas las líneas y mañana realizarán un paro de 19 a 23.
Roberto Pianelli, delegado de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), explicó que la medida en la línea D fue para repudiar “las actitudes y decisiones de un jefe del taller Canning en perjuicio de los trabajadores”. Además, denunció “la falta de repuestos para mantener y reparar las unidades”. El paro se extendió entre las 15 y las 18.40.
Paralelamente, los gremialistas que no responden a la UTA volvieron a levantar los molinetes como respuesta a la negativa de la empresa de incluirlos en las negociaciones. Las estaciones afectadas fueron Plaza de Mayo y Perú (línea A), Leandro N. Alem y Florida (B), Retiro (C), Catedral (D), Bolívar y Entre Ríos (E) y Corrientes (H), una situación que se repetirá en la tarde de hoy.
La AGTSyP plantea abrir una mesa de negociaciones, aumentar el concepto que perciben por antigüedad y mejorar viáticos y licencias. Además, los metrodelegados reclaman por la falta de inversión en las vías, formaciones y estaciones.
Por su parte, el delegado Néstor Segovia confirmó la huelga de cuatro horas para mañana, pero fue más allá y advirtió: “Avanzaremos con un paro por tiempo indeterminado hasta que el Gobierno porteño se haga cargo del servicio”.
“Tenemos que buscar el patrón; no sabemos si es el Gobierno nacional o el de la Ciudad”, expresó Segovia. Y concluyó: “La empresa dice que no tiene plata y que no puede discutir paritarias. En el Ministerio de Trabajo tampoco responden. Nadie se hace responsable, los trabajadores quedamos rehenes de ellos”.
Fuente: La Razón