No sólo de boliches y pubs se nutren las salidas de los jóvenes. Cada vez más gente elige bares que ofrecen diversión con juegos de mesa, PlayStation, Wii, pool, ping pong, bowling y hasta arquería. Conocelos…
Se trata de salidas diferentes. No siempre la noche se disfruta con una maratón bolichera y alcohol. Hay otros lugares, destinados también a jóvenes, que combinan ambientes más cálidos y con una diversión, si es que se quiere, más “sana”. El lado B de la vida nocturna porteña.
Son las 21.30 de un jueves, en pleno San Telmo. La radiografía, al menos, resulta cómica. Entre una picada de fiambres, Leandro y Víctor, dos treintañeros, están a los saltos en el fondo de Krakow Bar. No están ensayando un baile ni nada por el estilo. Sus ademanes obedecen al enfrentamiento que están teniendo a la Nintendo Wii, una consola de videojuegos interactiva con sensores de movimientos. “Acá no importa el día. Podés venir un sábado a la madrugada y hay gente jugando a los videos o al Jenga. Todo se lo damos gratis”, intenta explicar, conjugando los verbos de la mejor manera posible, Tadek, el encargado polaco de Krakow.
Pero no es el único bar de los denominados “lúdicos” que ofrece juegos. Hay otros con metegol, bowling, PlayStation, ping pong y hasta dardos, en algunos casos. El pub Jobs, en Palermo, es el paradigma de estos lugares. Local muy elegido por estudiantes, además de promociones como pizza libre y happy hour, ofrece decenas de mesas de pool, metegoles gigantes y arquería. “Es una especie de salida más tranquila. A veces te aburrís de ir a bailar todos los fines de semana. Me pasó de estar con amigas, a las 2 de la mañana, jugando al Carrera de Mente, por ejemplo”, cuenta entre risas Micaela Rondó (24 años), una habitué de Acá-Bar, en Palermo Hollywood, donde los juegos de mesa como el Pictionary y el Jenga invitan a largas veladas.
Para los hombres, el reducto del ping-pong es uno de los más elegidos, a pesar de que se hace difícil encontrar lugares con “buenas mesas”, dicen los fanáticos. Entre maníes y cerveza, la cultura de tenis de mesa se despunta en barrios como Caballito, Constitución y Villa Crespo. En este último, en el mítico San Bernardo, en avenida Corrientes, los martes por la noche cientos de personas esperan su turno.
Fuente: La Razón