El hombre detenido por el crimen de Rocío Soledad Berletta, la niña de 11 años hallada asesinada el pasado viernes en Córdoba, será indagado recién la semana que viene, ya que la fiscal a cargo de la causa aguarda los resultados de algunas pruebas para llevar adelante la diligencia.
Fuentes judiciales informaron a Télam que Omar Peralta (26) será interrogado la semana que viene por la fiscal de Córdoba, Dolores Romero Díaz, quien antes esperará los resultados de la autopsia, de las pericias y de otros elementos probatorios que se sumaron en las últimas horas a la causa.
Peralta está acusado del delito de «homicidio simple» hasta tanto los estudios forenses determinen si existió abuso sexual, como se sospecha.
El acusado está representado provisoriamente por el defensor oficial Raúl Cabrera Pauli y se encuentra alojado en el penal de Bouwer, medicado y con custodia especial para evitar el ataque de otros presos y un eventual intento de suicidio, según explicaron fuentes policiales.
El hecho se inició cerca del mediodía del jueves pasado en barrio Ameghino Norte, cuando Raúl, el padre de Rocío, le dio a su hija 20 pesos para que fuera a comprar cigarrillos a la vuelta de su casa, en el almacén que atiende una tía de la niña.
Como Rocío tardaba en regresar, el hombre envió a una hermanita para ver qué pasaba, momento en que constató que su hija mayor nunca había llegado al negocio.
Tras realizar una infructuosa búsqueda por la zona, los padres de Rocío denunciaron el hecho a la policía y a partir de allí se montó un rastrillaje con patrulleros, motos y perros adiestrados.
En el marco de la búsqueda, un jubilado radicado en las inmediaciones relató a los pesquisas que había visto a la niña cuando subía voluntariamente a un Fiat Regatta conducido por un hombre y proporcionó el número de patente.
Ese dato permitió detectar al poseedor del auto, Peralta, un mecánico que fue capturado como principal sospechoso.
Alrededor de las 2,30 de viernes pasado, la policía logró encontrar el cadáver de Rocío a orillas del río Suquía, en un paraje serrano ubicado en el camino a la vecina localidad de La Calera.
La niña presentaba algunas quemaduras con las cuales el autor del crimen habría intentado borrar pruebas.
El velatorio y sepelio de la pequeña se realizó el pasado sábado en la capital de Córdoba.
Durante la conferencia de prensa que brindaron poco después del hallazgo del cadáver la fiscal y el jefe de policía de Córdoba, comisario general Sergio Comugnaro, ambos coincidieron en señalar que creen que se trató de un asesinato al azar, aunque no se descartan otras hipótesis, tales como una venganza.
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