Los millones de la pesca y el petróleo en Malvinas

El crecimiento exponencial de la actividad económica que tiene lugar ahora mismo en las islas del Atlántico Sur, aleja cada vez más las pretensiones argentinas.
Si es verdad que la guerra siempre cambia la vida de las personas, no es menos cierto que, en el caso de Malvinas, y para los isleños que no intervinieron directamente en el conflicto bélico -pero que lo sufrieron de igual modo-, también hubo un antes y un después. Desde el punto de vista estrictamente económico, los habitantes de Malvinas se han visto beneficiados por las medidas que tomó la corona británica una vez pasado el conflicto, un pivote normativo, de facto y unilateral que tiene su propio paradigma en la portentosa base militar de Mont Pleasant a 60 kilómetros de Puerto Argentino, y sobre el cual los kelpers han construido su independencia económica. Es este zócalo esencial el que hoy les sirve a los isleños para reclamarle a la Argentina un reconocimiento a su derecho a la autodeterminación, bajo la nada inocente mirada del Reino Unido.

A 30 años de la guerra, los casi 3200 pobladores de las Islas son -a excepción de la defensa que es provista por el Reino Unido- prácticamente autónomos. Una rápida asociación con la Argentina continental muestra que, desde el punto de vista económico y financiero, no dependen de la Casa Rosada. Es más: el crecimiento exponencial de la actividad económica que tiene lugar ahora mismo, aleja cada vez más las pretensiones argentinas.

por Cronista.com