Ayer el Senado aprobó por unanimidad un proyecto de ley que deroga del Código Penal la figura del avenimiento, instrumento que le permite a la víctima de un delito sexual «perdonar» a su agresor.
El Senado dio ayer un paso importante en la lucha contra la violencia de género al aprobar por unanimidad un proyecto de ley que deroga del Código Penal la controvertida figura del avenimiento, instrumento que le permite a la víctima de un delito sexual «perdonar» a su agresor, extinguiendo así la pena por el delito cometido. Para que la eliminación se haga efectiva, la iniciativa deberá ser sancionada por la Cámara de Diputados.
La figura quedó bajo cuestionamiento el año pasado, luego de que la joven de 19 años Carla Figueroa fuera asesinada a puñaladas en la ciudad de General Pico por su esposo, Marcelo Tomaselli, quien había violado a la mujer y recuperado su libertad gracias al «perdón» que obtuvo al contraer nupcias con su víctima.
La iniciativa aprobada ayer deroga el artículo 132 del Código Penal, que permite perdonar al condenado por un delito sexual en virtud de una «especial y comprobada relación afectiva preexistente» a la agresión.
«Esto es el resabio de una concepción muy antigua, donde se naturalizaba la agresión a las mujeres», explicó la peronista disidente Sonia Escudero, quien destacó que «mientras esta figura exista en el Código Penal, habrá un dispositivo legal que signifique el pasaporte a la impunidad de los agresores» sexuales.
El debate derivó en fuertes críticas a la actuación de los jueces, sobre todo la de aquellos que aplican institutos arcaicos como el del avenimiento. «Tenemos que asumir responsabilidades, pero también tiene que funcionar el sistema judicial en la Argentina», se quejó el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto (Río Negro). «A veces siento que ante hechos aberrantes los jueces actúan con un criterio increíble, que provoca el descreimiento de la ciudadanía», agregó.
Su colega de bloque Marina Riofrío (San Juan) se sumó a la queja contra el accionar de los magistrados. «Los jueces deberían darse cuenta de que esto es una institución arcaica», afirmó. El avenimiento es «un instituto espantoso y no entiendo cómo hemos demorado tanto en derogarlo», añadió. «Resulta inconcebible que se haya usado en 2011 por jueces de nuestra Nación», se quemó Escudero, quien destacó que en casos de delitos sexuales «nunca puede haber un consentimiento libre y en condiciones de igualdad» por parte de la víctima, tal cual lo establece el artículo 132 del Código Penal.
En este punto coincidió el presidente de la Comisión de Legislación General, Pedro Guastavino (FpV-Entre Ríos), quien consideró «difícil de creer que alguien que ha sido violada pueda tener libertad como para tomar decisiones en condiciones de igualdad».
Guastavino también destacó que la vigencia de la figura del avenimiento es «una incongruencia en relación con los tratados suscriptos por el Estado argentino», en referencia a la convención contra la violencia contra la mujer de Belem Do Pará.
Ese instituto existe desde los años 40 del siglo XX, pero fue ampliado a los delitos sexuales en 1999, cuando se creó el capítulo específico a ese tipo de agresiones.
Fuente: La Nación