Estuvo tres meses internado, 22 días conectado a un corazón artificial y 15 días más de post operatorio; y lo primero que quiso José Cullen al salir del Hospital italiano fue una gaseosa. Y aunque parezca extraño, lo segundo que quiso este pequeño de pecas fue concientizar.
“No hay que olvidarse de todos los pacientes que esperan un trasplante en el país y en el mundo”, dijo José, que tiene 13 años, es de La Lucila y relanzó su vida. Fue dado de alta luego del trasplante de corazón que se le realizó en el Hospital Italiano. Padecía miocardiopatía severa y necesitaba un órgano.
El pequeño estuvo conectado a un corazón artificial casi un mes. Una máquina enorme que simula un corazón para que funcione el ventrículo izquierdo, la porción del corazón con mayor cantidad de tejido muscular, y encargada de llevar la sangre a la arteria aorta.
Después de poco más de 15 días, le dieron el alta. “Gracias a los medios que ayudaron a multiplicar la conciencia de la importancia de donar órganos para salvar vidas. Agradecer a Dios, a toda la gente pero especialmente a sus donantes”, contó, emocionada, su madrina María, y agregó: “Gracias al Hospital Italiano José volvió a vivir”.
El adolescente padecía una enfermedad genética «que casi no practica síntomas visibles», informó el doctor Jorge Adolfo Makarovsky Jefe de Cirugía Cardiovascular Pediátrica del Hospital Italiano. «El 28 de febrero fue trasplantado, si bien tiene que seguir atendiéndose, necesita cuidados importantísimos tiene 13 años y una vida por delante”, concluyó el médico. Se calcula que 7000 pacientes todavía esperan por un órgano.
Fuente: TN