Ocurrió en Melchor Romero. Fue en un local de cerramientos de 12 entre 42 y 43. Los menores le exigieron 400 pesos, pero el empleado arregló por 200. «Si entro en cana, salgo al otro día», le dijo uno de los chicos.
Un asalto con ingredientes insólitos se registró ayer a la tarde en un local de cerramientos ubicado en 12 entre 42 y 43, donde el empleado terminó negociando con dos ladroncitos de unos 9 y 15 años el monto del botín que le exigían, mientras lo amenazaban con acuchillarlo.
El curioso episodio sucedió apenas pasadas las 16, en un lugar con mucha circulación de autos y peatones, más allá del mal clima que ayer afectó a la región. Los muchachitos aprovecharon el momento en que un cliente salía del comercio para colarse detrás suyo, con la intención manifiesta de pedirle 2 pesos al empleado. Era para poder viajar en micro hasta Melchor Romero, según lo que le manifestaron originalmente.
Pero el pedido era en realidad una excusa para algo mucho más arriesgado. “No quiero dos pesos, dame 400 o si no te acuchillo”, le dijo uno de ellos a Mauro Gettinsi (27), mientras gesticulaba por debajo de sus ropas, como si tuviera un arma blanca. Pero el muchacho no se amilanó y les replicó, “a ver, mostrame la cuchilla”. La única respuesta que obtuvo fueron nuevas amenazas: “Dame la plata o si no te abro”, lo increparon más duramente.
“La verdad, no sé si tenían un arma o no, pero por las dudas les di la plata”, comentó Mauro a Trama Urbana, quien insistió una y otra vez en la bronca que sintió por este robo. “Les pregunté para qué querían la plata y que se fueran a comprar comida”, detalló.
Se abrió la negociación
Pero la situación, ya compleja por la participación de cacos tan pequeños, se tornó aún más particular cuando el empleado comenzó a negociar la plata que les daría. “400 pesos no te doy, te doy 200”, les propuso, ante la incredulidad de los menores, que tras dudar le respondieron que sí. “Los hice quedar en la puerta y fui a la parte donde está la plata, agarré 200 pesos y se los di”, relató. Después los pibes huyeron a pie.
El damnificado rápidamente llamó al 911, pero para cuando arribaron los efectivos de la comisaría Primera ya todo esfuerzo fue insuficiente para ubicar a los asaltantes.
La bronca de Gettinsi también se alimentó por la impunidad con la que le hablaron sus victimarios antes de escapar: “Vos sabés que si entro en cana, salgo al otro día”, le dijo uno de ellos, animándolo a no denunciar el caso.
Fuente: Diario Hoy