El ministro de Economía acusó al juez estadounidense Thomas Griesa de “ceder ante las presiones de los fondos buitres” luego del fallo que concedió el pago de intereses por la deuda en default a los fondos NML-Elliott y Dart.
Griesa decidió conceder el pago de intereses por la deuda en default a los fondos NML-Elliott y Dart, al mismo tiempo o en forma anticipada respecto de los bonistas que aceptaron los canjes de 2005 y de 2010, y generó una inmediata reacción del Gobierno, que apeló la decisión, según el diario La Nación.
«Sorprende el cambio de criterio del juez, que en diciembre falló en forma diferente, con lo cual es evidente que cedió ante las presiones de los fondos buitre», señaló anoche el ministro en declaraciones a los periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda. Enojado, afirmó: «Es un intento más de los fondos buitre en procura de doblegar la firme posición que estamos manteniendo».
La apelación del Gobierno, que congela el fallo de Griesa al menos por un par de meses, se basa en afirmar que «Griesa puede afectar a los bonistas que sí entraron en los canjes ofrecidos por la Argentina».
«Griesa había avalado en forma explícita ambos canjes como una forma de solucionar el problema de los holdouts , pero ahora esto va en el sentido contrario, por lo que está perjudicando a otros bonistas», indicó el funcionario.
Se prevé que la cámara de apelaciones de EE.UU. falle en los próximos dos meses y, aunque en el Ministerio de Economía juran que están muy tranquilos a la espera de un fallo favorable, dos especialistas legales en temas de deuda advirtieron que podría haber un revés.
Griesa interpretó la cláusula de pari passu contenida en los bonos argentinos -y que obliga al país a tratar igualitariamente a todos sus tenedores de deuda- en favor de los fondos buitre, al asegurar que la Argentina debe pagarles a todos sus acreedores el 100% de los intereses de sus títulos. El Gobierno afirma que el resto de los acreedores ya aceptó una quita en los mencionados canjes, por lo que no puede tratar del mismo modo a todos los bonistas.
Al respecto, Lorenzino señaló: «El fallo no altera el pago de los bonos que surgieron de la reestructuración 2005 y 2010 porque queda supeditado a que se pronuncie la Cámara de Apelaciones a la que recurrimos».
Por lo tanto, el ministro subrayó que se pagará normalmente este mes el servicio del bono Par, pero la gran duda es qué pasará en agosto próximo, cuando el Gobierno tenga que hacer el último pago del Boden 2012, por US$ 2200 millones, si la cámara convalida la decisión de Griesa. «No es un escenario razonable que avalen a Griesa, porque si este fallo prosperara no estarían afectando al Gobierno, sino a los agentes fiduciarios que les pagan a los bonistas que aceptaron los términos de los canjes», indicó la fuente oficial. Según esta interpretación, dado que los fondos buitre no lograron hasta ahora embargar recursos del Gobierno, Griesa les exigió a los bancos que liquidan en Nueva York la deuda argentina que se hagan cargo de este compromiso.
En Economía creen que esta interpretación no es correcta y le quitaron dramatismo a la decisión, que, de todos modos, provocó que Lorenzino tuviera que hablar ante los medios para aclarar sus alcances.
Rodrigo Olivares-Caminal, profesor de la Universidad de Londres, experto en deuda soberana, señaló que este fallo se debe al «error» que cometió el Gobierno al establecer una «ley cerrojo» que le impide negociar con los bonistas que no entraron en el canje. «En esa ley se cometió un error, porque lo que hizo fue reconocer que se privilegió a un grupo de acreedores; cuando se privilegia a uno, inmediatamente se subordina a otros. Esto dio pie para que los holdouts reclamen por la cláusula de pari passu. Y tienen un caso», advirtió.
«No es que les puede costar el canje de deuda, pero la Argentina les va a tener que pagar a todos los acreedores», indicó.
En la misma sintonía, otro abogado que maneja canjes de deuda afirmó: «Griesa está cansado e impaciente, por lo que hay una mezcla de criterio jurídico y político luego de 10 años de juicios sin llegar a una solución con los bonistas litigantes».
El abogado, que pidió hablar en forma anónima, opinó que «se cometió un error en la última audiencia con Griesa, porque los abogados de la Argentina [del estudio Cleary, Gottlieb Steen & Hamilton LLP] no negaron que la Argentina tenga los recursos para pagarles a todos los bonistas». Podrían haber citado, agregó, la emergencia económica.
Si bien Elliott y Dart son los fondos más agresivos entre los acreedores que siguen en default, por otro lado intentaron, a principios de la gestión de Cristina Kirchner, negociar una solución al más alto nivel político en Buenos Aires, que fracasó.
lapoliticaonline.com