Operan por tercera vez de un ojo al chico de 5 años atacado por barras

El menor viajaba en colectivo con su papá para ver el partido San Lorenzo-Boca. Cerca del estadio de Huracán, el micro fue apedreado y el niño resultó gravemente herido. Fue intervenido en el Hospital de niños Pedro de Elizalde, donde los médicos intentan que recupere la visión

Sebastián Díaz, quien ayer cumplió cinco años, resultó víctima de la violencia en el fútbol y pelea por recuperar la vista de su ojo derecho.

El chico se dirigía junto a su padre al estadio Pedro Bidegain, más conocido como Nuevo Gasómetro, para ver el partido en el que San Lorenzo recibiría como local a Boca Juniors. Pero en el trayecto, el micro en el que viajaban frenó en un semáforo y fue atacado por un grupo de desconocidos, aparentemente barras de Huracán, en inmediaciones del predio La Quemita, perteneciente al equipo de Parque Patricios, histórico rival del club de Boedo.

Tras el ataque, el pequeño fue derivado al Hospital Pedro de Elizalde, en el barrio de Constitución. Allí fue intervenido dos veces, pero no pudieron mejorar el estado de su ojo derecho, en el que la córnea y el lóbulo occipital se encontraban muy comprometidos por el ingreso de una esquirla de vidrio.

«A la mañana en el parte médico dijeron que había perdido la visión. Pero vinieron tres cirujanos de urgencia para volver a operarlo porque aparentemente el nene ve borroso», dijo esta mañana Víctor, papá del nene, en Radio 10.

Díaz y el resto de los hinchas que viajaban en el micro, acompañado por otras dos camionetas, pertenecen a una peña de San Lorenzo de la localidad de González Catán.

Según lo relatado por Víctor, «salieron unos 30 individuos inconcientes a tirar piedras, palos, fierros y botellas de cerveza».

Una esquirla cayó en el ojo de Sebastián y al frotárse el ojo con la mano se lastimó.

Victor aclaró: «no somos barras, somos un grupo de hinchas que va a todos lados a ver a San Lorenzo».

Miguel, otro pasajero del micro atacado, dijo que los agresores «salieron de adentro de la Quemita directamente a cascotear el micro». Y recordó que en el vehículo viajaban «criaturas y mujeres embarazadas».

Según relató el testigo, la agresión fue repentina: «Cayeron proyectiles enormes, no nos dio tiempo a nada. Hubo insultos, patadas al micro, nos querían robar las banderas».

Desde el hospital donde operan a Sebastián, Miguel, fanático de San Lorenzo, está a punto de tomar una decisión que ni él ni nadie que lo conozca esperaba: «No creo volver a la cancha», dijo.

Fuente: Infobae