Silva y 10 más

Lo habilitaron para el torneo; ayer metió un gol; los hinchas lo alientan… y Falcioni lo pone. El Pelado jugará con San Lorenzo, al que tiene de hijo.

Vamos, uruguayo! Hay que ganarle a San Lorenzo. ¡A dejar la vida el domingo, eh! -Y la vida en la Copa.

-¡No, queremos todo, las tres cosas! El sol casi que se esconde detrás de los edificios, en el horizonte del barrio de La Boca. Santiago Silva se había quedado media hora más que sus compañeros, en una charla sin botines con Leandro Somoza y el PF Gustavo Otero, los tres recostados en el césped. Y cuando finalmente avanza rumbo al vestuario y pasa por delante de la tribuna, los fieles hinchas que habían aguardado todo ese tiempo por él, no sólo dan por hecho su estreno en el torneo local y le piden ganar todo, también le hacen saber de qué se trata Boca y de qué se trata el clásico contra San Lorenzo. ¡Cómo si el Tanque no lo supiera! Le hizo goles con todas las camisetas…

Si bien Julio César Falcioni recién va a confirmar el equipo entre mañana y el mismo domingo, porque hay varios jugadores que piensa como titulares que estuvieron ante Central Córdoba y también debe pensar en el partido del miércoles ante Fluminense, Silva pinta como fija. Mucho se luchó por tenerlo como para que vaya a quedar afuera la primera vez que está habilitado y también, todos saben en Boca que necesita jugar para sumar ritmo.

Las voces de protesta se hicieron escuchar durante la semana, aunque la mayoría votó a favor de su habilitación en la reunión del Comité Ejecutivo del martes en la AFA. Se quejó Vélez, se quejó San Lorenzo, se quejaron varios… Al Tanque, que podía jugar nada más que la Libertadores, lo habilitaron igual para todo lo demás y acá está… Y JC ya lo imagina como titular. Siempre lo imagina como titular en realidad. El domingo por el torneo, con Pablo Mouche. Y el miércoles por la Copa, con Darío Cvitanich. Otro por afuera y él por adentro. Esa es la fórmula. Casi que no importan los otros diez, este fin de semana la gran atracción será su vuelta a las competencias domésticas (la última vez, en las primeras fechas del Apertura 2011, jugando para Vélez).

Toda esa ansiedad que Silva tenía guardada, por fin, la pudo soltar ayer, en la primera práctica de fútbol post-habilitación y la primera en medio de un equipo que, con algunas variantes, puede aparecer el domingo en el clásico. Le falta ritmo al uruguayo, no es cuento. Necesita esa continuidad que tenía negada obligatoriamente para volver a ser el que era, el que tanto reclamó el entrenador. Porque este año tiene solamente ese partido contra el Zamora en Venezuela, hace ya 15 días.

Pero su inclusión, aunque sea en un ensayo y le falte competencia, ya evidencia una presencia en el área como ningún otro en el plantel puede imitar. Se mueve hacia un lado y otro de la medialuna, banca de espaldas, gira y busca el arco, gira y pica para quedar frente al arquero, llega por el medio, se mete en el área chica también… Y así, ayer, un centro desde la derecha de Cvita terminó en un cabezazo al gol. Iban 31 minutos de los 45 que se jugaron en el entrenamiento de la tarde y las 100 personas que coparon la tribuna estallaron en un aplauso para el ídolo prematuro.

“Yo nunca prometo goles”, ya avisó el Tanque. Lo que sí parece prometerles a los hinchas es ese sacrificio que justo -como si no lo conocieran- le exigieron ayer cuando dejaba la cancha 1 de Casa Amarilla. Una mirada de reojo y una sonrisa cómplice, entre las tantas camisetas que les restregan por la cara para que firme, esta vez le alcanzó como respuesta. El domingo, Silva y diez más.

Fuente: Olé