Los habitantes de la región de Aysén, en la Patagonia chilena, volvieron a protestar la noche del miércoles por medidas que les ayuden a enfrentar su situación de aislamiento, en enfrentamientos con la policía que se saldaron con nueve detenidos, dijo una fuente policial a la AFP.
Los disturbios se concentraron en el sector del puente Ibáñez, donde manifestantes levantaron barricas y se enfrentaron hasta la madrugada con la policía, que repelió los ataques con gas y agua y detuvo a nueve manifestantes, de acuerdo a la fuente.
Según medios locales, en la revuelta un manifestante y un policía resultaron heridos.
Lo ocurrido durante la noche fue «tremendamente grave. De hecho yo no pude cruzar hacia la ribera sur», señaló la alcaldesa de Aysén, Marisol Martínez.
En tanto, el presidente regional de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), Julio López, denunció una excesiva y violenta represión policial. «Nunca habíamos visto una represión similar acá en la región», afirmó López a radio Cooperativa de Santiago.
Los habitantes de la región de Aysén, a 1.300 km al sur de Santiago, comenzaron hace 11 días sus protestas, en reclamo de medidas que les permitan enfrentar su situación de aislamiento, que motiva aquí un mayor precio de combustibles y alimentos.
Cansados de pagar hasta un 40% más por el valor del petróleo, la gasolina y la mayor parte de los productos básicos, los vecinos de la región de Aysén exigen la presencia en la zona del ministro de Hacienda, Felipe Larraín y la instauración de un subsidio a los combustibles.
Por su agreste geografía, la conectividad es compleja en toda la región de Aysén, un territorio prácticamente virgen y de grandes cadenas montañosas que llegan hasta los canales patagónicos, compuestos por centenares de islas e islotes deshabitados y pequeños poblados de muy difícil acceso.
Las protestas son lideradas por el Movimiento Social por la Región de Aysén, integrado por pescadores, sindicalistas, taxistas y estudiantes, que mantenían bloqueadas temporalmente las principales rutas de acceso a la zona, lo que ya estaba generando un desabastecimiento de combustible.
AFP