Cavenaghi alzó la voz porque aún no amplió su contrato y Passarella ya se puso al frente de la negociación: llamó al manager del 9 para evitar más cortocircuitos.
Con Sívori hablo yo. Ustedes no se metan ni declaren nada”.
Enojado, sorprendido y convencido de poder apagar el incendio, Daniel Passarella agarró la manguera y se puso al frente de las llamitas que se generó en torno a la negociación por la renovación del contrato de Fernando Cavenaghi.
Después de las duras críticas que soltó el representante del delantero en su raid mediático, el Kaiser en persona se zambulló en la polémica y levantó el teléfono para citar al empresario Néstor Sívori a una reunión cara a cara. Porque como se escuchó en las oficinas del primer piso del Monumental, “el cabaret es para Boca”.
El presidente buscó anoche mismo cortar de raíz el escándalo. ¿Podrá? “A tres meses de quedar libre, me parece raro que no haya habido intención del club de charlar, sobre todo siendo el goleador del torneo y de River”. Con la efectividad de un delantero de raza, Fernando Cavenaghi clavó su reclamo en el ángulo. Y tras ser consultado sobre el estado de la renovación de su contrato, no dudó en ubicar su pedido en el palo más lejano de los dirigentes. “Cada uno sabe lo que tiene que hacer. No puedo hacer todo, no puedo estar en la misa y en la procesión”, afirmó el 9 cuatro días después de asegurar que quienes “deberían estar apurados” son los dirigentes y no él.
Lo que inicialmente se presentaba con una negociación en armonía, hoy es casi un conventillo: a Cavenaghi, cuyo pase le pertenece, se le vence el contrato a mitad de año. Y el atacante de 28 años que ya recibió propuestas de otros clubes quiere una sustancial mejora económica y un convenio similar al que rubricaron Trezeguet y Ponzio, quienes firmaron por tres temporadas.
“No empecemos con que las cosas son traumáticas. Yo ya dije que no se comenzó ningún tipo de discusión y que mi cabeza está metida en el torneo. Tampoco estoy desesperado. Se hablará llegado el momento. Tengo la cabeza bien puesta en hacer goles y en tratar de buscar el ascenso, que es por lo que vine”, explicó Cavegol en Radio Cooperativa.
Según pudo averiguar Olé , los dirigentes están descolocados por el tenor y el momento de sus declaraciones y las de Sívori. Y a pesar de que Diego Turnes -vicepresidente- y Daniel Mancusi -integrante del Consejo de Fútbol- tenían pensado juntarse con el atacante en San Juan, la cumbre quedaría postergada por la rabia dirigencial.
“Esta situación se resolverá en junio. Ahora no tengo ningún apuro y la gente de River, tampoco”. ¿Habrá renueve de área o los gritos del gol en breve se escucharán más fuertes?
Fuente: Olé