«A Marita la violaron, la apuñalaron y la obligaron a tener un hijo»

Lo dijo su madre, en el juicio contra trece acusados. Aseguró que uno de ellos, el «Chenga» Gómez, forzó a la chica y la mantuvo cautiva en un prostíbulo. Insistió en la complicidad de funcionarios.
Susana Trimarco, madre de María de los Angeles -“Marita”- Verón, acusó ayer a José “Chenga” Gómez, principal imputado en la causa por el secuestro y reducción a la prostitución de la joven, de “violar” a su hija y obligarla a tener un hijo con él durante el cautiverio en un prostíbulo, además de asegurar que “le daban cocaína para que trabajara más”. “Por Dios, le pegaron y la prostituyeron”, expresó Trimarco.
En el segundo día consecutivo de su declaración en el marco del juicio oral contra trece imputados por la desaparición de su hija (que se reanudará el miércoles cuando siga con su testimonio), Susana aseguró que a “Marita” “la violaron, la apuñalaron y la obligaron a tener un hijo”. Y acusó directamente a Gómez de forzar a su hija a ser su “mujer” en un prostíbulo a su cargo y obligarla a tener un hijo con él para asegurar su cautiverio, durante el debate que se lleva a cabo en la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán. Por eso, según Trimarco, en la jerga del ambiente a “Marita” la llamaban “la doña”.
En otro tramo de su declaración -que duró cinco horas- contó la historia de Andrea, una mujer que también fue raptada y llevada a los prostíbulos de La Rioja, donde vio a “Marita” con un bebé en brazos y se prometieron mutuamente que la primera que lograra escapar iba a avisar a la madre de la otra en dónde estaba.
Trimarco volvió a involucrar a Ernesto Baaclini, secretario de la fiscalía de Tucumán encargado de investigar el caso; al juez Moreno de La Rioja y al exgobernador de esa provincia Angel Mazza, como cómplices que encubrieron la mafia de la trata de personas que operaba en esa provincia.
Al referirse a las víctimas que conoció mientras buscaba a su hija, Susana aclaró que recordaron “detalles físicos específicos, como un lunar que tenía Marita, y eso demuestra que realmente estuvieron con ella”. Agregó que a la joven y a otras mujeres “les daban cocaína para que trabajaran más”, y que una de las chicas, Blanca Vides, le contó que “por día pasaban cuarenta hombres por su cuerpo”.
Trimarco volvió a apuntar ayer contra Lidia Irma Medina y sus hijos José “Chenga” y Gonzalo Gómez, con quienes volvió a tener fuertes cruces, a tal punto que los jueces pidieron al primero que abandonara la sala luego del cuarto intermedio.
“Chenga” negó las acusaciones y se defendió ante la prensa diciendo que “Trimarco toca todo de oído y sólo cuenta lo que le dijeron otras mujeres”, por lo que adelantó que sus abogados solicitarán careos con esas testigos.
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