El Reino Unido insistió hoy en que la soberanía de las Malvinas es británica y defendió su presencia militar en las islas, después de que la Presidenta anunciara que presentará una protesta ante la ONU por la «militarización» del archipiélago.
El Reino Unido afirmó que la Carta de la ONU respalda su posición sobre el derecho de autodeterminación de las Malvinas, después de que la presidenta argentina Cristina Kirchner anunciara que su país denunciará la «militarización» del Atlántico Sur ante el organismo.
«El Reino Unido no tiene dudas sobre su soberanía de las Falklands (denominación británica de las Malvinas)», declaró a la AFP un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en medio de una escalada de tensión bilateral por la soberanía del archipiélago a menos de dos meses del 30 aniversario del principio de la guerra entre ambos países.
«El principio de autodeterminación, tal como está establecido en la Carta de Naciones Unidas, respalda nuestra posición», agregó reiterando una vez más la posición oficial de su país.
Según el gobierno británico, «los habitantes de las Falklands son británicos por elección. Son libres de determinar su propio futuro y no habrá negociaciones de soberanía al menos que los isleños lo deseen».
La Carta de Naciones Unidas de 1945 establece efectivamente que uno de los propósitos de la organización internacional es «fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos».
Pero el Comité Especial de Descolonización de la ONU aprueba también regularmente resoluciones instando a Londres y a Buenos Aires a entablar una negociación por la cuestión de la soberanía del archipiélago bajo dominación británica desde 1833 pero reclamado con creciente insistencia por Argentina.
Cristina Kirchner anunció el martes que Argentina denunciará ante la ONU una «nueva militarización» del Atlántico Sur por parte del Reino Unido tras la decisión de enviar uno de sus buques más modernos a las Malvinas, argumentando que «implica un grave riesgo para la seguridad internacional».
La presidenta hizo este anuncio en un acto al que asistieron veteranos de la guerra de 1982, días después de la llegada a Malvinas del príncipe Guillermo para una misión como piloto de búsqueda y rescate de la Fuerza Aérea Real (RAF), que Argentina calificó de «provocación», y del anuncio de Londres de que enviará próximamente a patrullar en la zona el destructor «HMS Dauntless».
Londres insiste en que ambos despliegues son «de rutina», y no una respuesta a la reciente escalada de tensión desde la decisión del Mercosur de prohibir el ingreso en sus puertos a los barcos con pabellón de Malvinas.
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