Al menos cuatro muertos en Egipto en las protestas por la tragedia de Port Said

En los enfrentamientos producidos en Egipto entre manifestantes y policías, los primeros, en repudio por las muertes ocurridas en un estadio de fútbol y en choques posteriores con fuerzas de seguridad, intentaron tomar el ministerio de Hacienda y el de Interior y una comisaría.

Desde que comenzaron los disturbios en la tarde de ayer, ya murieron cuatro personas -un manifestante y un soldado en El Cairo y otras dos personas en Suez- a causa del uso de fuego real por parte de la Policía contra una multitud que había intentado asaltar una comisaría.

Esas cuatro muertes se suman a las 74 que se registraron en el estadio Port Said y que provocaron una crisis política con manifestaciones populares contra el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas que gobierna el país.

En una caldeada sesión parlamentaria, varios diputados pidieron ayer la renuncia del ministro del Interior, y responsabilizaron a la Junta Militar de los hechos.

La tensión se palpaba anoche en el centro de El Cairo, horas antes de que, esta mañana, se reanudaran los enfrentamientos en torno al Ministerio del Interior.

En la capital del país, los manifestantes que asaltaron el edificio de Hacienda lanzaron bombas incendiarias y destrozaron muebles y actas, según fuentes de las fuerzas de seguridad. La policía recibió órdenes de no actuar.

Mientras la televisión estatal reportaba una «calma precaria», en los alrededores del Ministerio del Interior, la agencia de noticias Prensa Latina, reportó que decenas de jóvenes continuaron el forcejeo con la policía, aunque con mucha menos intensidad que anoche.

La ira y el luto por las víctimas de Port Said, Suez y la capital alimentaron las demandas de movimientos populares para que el gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas transfiera de inmediato el poder a una autoridad civil y acelere la transición.

Anoche resultaron heridos más de 900 civiles y 60 policías en la capital egipcia al producirse enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de seguridad.

Casi 10.000 personas se congregaron en El Cairo para protestar por la supuesta inoperancia de las fuerzas de seguridad durante los altercados en Port Said.

Las ambulancias tuvieron que intervenir en la madrugada para llevarse a un agente antidisturbios cuya camioneta había tomado el camino equivocado y se metió en una calle llena de manifestantes, informó la agencia de noticias Europa Press.

La multitud rodeó el vehículo durante tres cuartos de hora y lanzó piedras contra el agente que estaba en su interior, pero luego algunos manifestantes formaron un pasillo para ayudarlos a escapar.

Las protestas del llamado «Viernes de la ira» fueron convocadas por 38 organizaciones juveniles y partidos políticos. Un centenar de personas, incluidos algunos manifestantes que pasaron la noche acampados, participaron en la oración del viernes en la emblemática plaza Tahrir de El Cairo.

«Los crímenes cometidos contra las fuerzas revolucionarias no detendrá la revolución o asustará a los revolucionarios», rezaba un panfleto impreso en nombre de los barrabravas del ultras.

«Los crímenes cometidos contra las fuerzas revolucionarias no detendrán la revolución o asustarán a los revolucionarios», rezaba un panfleto impreso en nombre de los barrabravas.

También en Suez se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías, con un saldo de 15 heridos.

La policía lanzó gas lacrimógeno para evitar que las protestas alcanzaran los edificios gubernamentales.

En esa ciudad, situada a 140 kilómetros de El Cairo, murieron esta madrugada dos personas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad al recibir balazos policiales.

«Hemos recibido dos cadáveres de manifestantes que presentaban heridas de bala», dijo un médico de la morgue donde fueron trasladados los cuerpos.

Un testigo afirmó que «los manifestantes estaban intentando entrar en la comisaría de Suez cuando los agentes empezaron a disparar con fuego real desde corta distancia».

Fuente: Télam