La justicia de Estados Unidos obligó a la empresa cazatesoros Odyssey a devolver a España la carga de la fragata «Nuestra Señora de las Mercedes», valuada 500 millones de dólares. La nave española transportaba 14 toneladas de plata y oro cuando naufragó.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este martes los alegatos presentados por Odyssey Marine Exploration ante la Cámara de Apelaciones de Atlanta, en noviembre del año pasado, y ordenó la devolución del tesoro, que incluye una colección de 500 mil monedas, a España, de acuerdo con lo informado por el Ministerio de Cultura de este país, según despacho de Europa Press.
La restitución de la carga de 14 toneladas de plata y oro tendrá que hacerse efectiva en un plazo de diez días, mientras tanto permanece custodiada en el estado de Florida.
El 18 de mayo de 2007, Odyssey anunció que había encontrado y transportado un cargamento de monedas a los Estados Unidos, en una operación que esta empresa norteamericana bautizó con el nombre de Cisne Negro.
A partir de ese momento, el Gobierno español abrió una investigación para saber el lugar donde la empresa encontró el botín, de qué barco hundido se trataba, si lo halló en aguas españolas y qué permisos contaba.
Paralelamente un equipo conjunto del Ministerio de Cultura, la Armada, el Museo Arqueológico Nacional, la Real Academia de la Historia y otras instituciones españolas, reconstruyó la historia completa del barco La Mercedes, y pudo demostrar que ésta era la nave expoliada por Odyssey.
La documentación revelaba que La Mercedes estuvo en servicio militar activo del Estado español a lo largo de toda su historia, y también en el momento en que explotó y se hundió en un combate. Ese material fue presentado y sirvió de prueba para evidenciar que Odyssey tenía conciencia de esto, y que el sigilo con que actuaba, se debió a que conocía la identidad del barco.
El Tribunal Supremo norteamericano, la última instancia judicial, desestimó los alegatos de Odyssey por considerar que la fragata española es un buque de Estado y no un barco mercante. La empresa cazatesoros, por el contrario, pretendía demostrar que la nave no se encontraba en misión militar en el momento de su hundimiento, por lo que perdía la inmunidad soberana y dejaba de pertenecer al país de origen.
En agosto de 2007, Odyssey apeló la decisión del juez encargado del caso, Mark Pizzo, que había fallado a favor de España en la reclamación del tesoro encontrado en el Atlántico en mayo de 2007.
Fuente: Télam