Conmoción por la muerte de un joven que había sido baleado por un policía

El muchacho de 18 años resultó herido el sábado por un cabo de la Federal que intentó identificarlo en Boedo. El acusado fue pasado a disponibilidad, al igual que el efectivo que manejaba el patrullero, pero no fue detenido.

John Carlos Camafreita murió en el Hospital Ramos Mejía de Balvanera custodiado por los dos gendarmes que el Ministerio de Seguridad de la Nación había puesto a disposición de su familia para garantizar su seguridad. El joven de 18 años estaba internado desde la madrugada del 21 de enero en coma irreversible luego de que el cabo de la Federal Martín Alexis Naredo le disparase por la espalda cuando se negó a ser identificado. John agonizó durante cuatro días hasta que el miércoles a la noche su corazón se detuvo. Indignados, sus familiares estallaron de bronca y cruzaron a la comisaría 8ª, ubicada a pocos metros del centro médico, para gritar su dolor y reclamar justicia. Pero nadie atendió sus reclamos.

“Mi hermano –dice Gabriela mientras hamaca a su pequeño hijo– no era un delincuente. Le pegaron un tiro en la nuca y la bala salió por la sien. El policía dijo que habían forcejeado pero después de disparar le pidió disculpas al chico que estaba con John y le confesó que el balazo se le había escapado”.

Aparte de Naredo, también fue puesto en disponibilidad preventiva el oficial Juan Carlos Moreira, a cargo del patrullero que llegó a la esquina de la Avenida Independencia y Soria, en Boedo el sábado a la 1:45. Los policías respondieron el llamado al 911 que alertaba sobre la pelea entre dos bandos de adolescentes. Cuando bajaron del patrullero, intentaron identificar a John y a su amigo pero los chicos se negaron y siguieron caminando.

Fuente: Infonews