GIGLIO, Italia/ ESPAÑA.- La situación de Francesco Schettino pasa de mal en peor. Se hizo pública una conversación que el capitán del «Costa Concordia», el barco que naufragó en Italia, tuvo con un amigo después del accidente. En la misma, confesó que se bajó cuando el barco se empezó a inclinar.
«Por hacerle caso al manager, pasá por ahí, pasá por ahí… Alguien en mi lugar no habría sido tan benévolo, porque me rompí el culo, pasá por ahí, pasá por ahí. Había unas rocas, pero no estaban marcada por los instrumentos que tenía y pasé por ahí», dijo el capitán en una charla que mantuvo en el cuartel de los carabineros de la localidad toscana de Orbetello, el 14 de enero. «Cuando vi que la nave se estaba inclinando, cogí y me bajé», añade en la charla que, sin que el lo supiera, estaba siendo grabada.
«Cometí una imprudencia. El agujero era inmenso, había una roca puntiaguda, pero todo lo que pasó desde ese momento lo hice con máxima profesionalidad y esto podría aliviar o, al menos, estar en paz con mi conciencia…», añade el capitán, repitiendo lo que dijo en sus testimonios tras el naufragio. «No quiero subir más a una nave, quiero cambiar mi vida», expresa después, apesadumbrado por lo sucedido.
La conversación, en un cerrado dialecto napolitano, fue traducido al italiano estándar. Después de que se hizo conocer, una fuente en la fiscalía indicó que la transcripción era genuina. Al respecto, el abogado del capitán, Bruno Leporatti, no la negó pero dijo que su cliente no debe ser tratado como un «chivo expiatorio».
Por otro lado, la mujer de Schettino salió en defensa de su marido. «Esto es una cacería en toda regla. Mi marido ama los barcos y siempre está formándose para aprender», dijo en una entrevista a una revista italiana.
Fuente: Elmundo.es – Reuters