En tratamiento contra el cáncer de laringe, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva asistió en Brasilia a la despedida del ministro de Educación, Fernando Haddad, quien dejó el gabinete para disputar la alcaldía de la ciudad de São Paulo; y la asunción de Aloizio Mercadante como sucesor de Haddad; a la vez que el físico y actual titular de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), Marco Antonio Raupp, se hizo cardo del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El ex Presidente fue ovacionado, con gritos de «¡Lula, Lula» y se quitó el sombrero, evidenciando la pérdida de cabello, característica más fuerte de los efectos colaterales de la quimioterapia.
Luiz Inácio Lula da Silva regresó al Palacio del Planalto por 2da. vez desde que dejó la Presidencia, a finales de 2010, pero en esta ocasión fue la 1ra. vez después de habérsele diagnosticado un tumor maligno en la laringe, que se encuentra retrocediendo, de acuerdo a las informaciones médicas.
Y encima… en el inicio del año de renovación de autoridades municipales.
Lula desembarcó en Brasilia acompañado por el ex ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Luiz Dulci.
En el palacio presidencial, descendió la rampa que lleva al Salón Nobre junto a la presidente Dilma Rousseff.
Lula da Silva, cofundador y líder del Partido dos Trabalhadores, que comanda la coalición gobernante, llegó para lanzar formalmente la candidatura de Fernando Haddad, quien en la ocasión abandonó el Ministerio de Educación, a alcalde de São Paulo.
Y Haddad es «el candidato de Lula», tal como ocurrió con Dilma Rousseff para la Presidencia.
La megalópolis S. Paulo se la disputarán con pasión el PT, algunos de sus aliados y también el opositor PSDB.
Haddad fue reemplazado en Educación, por Aloizio Mercadante, hasta ahora ministro de Ciencia y Tecnología.
A su vez Mercadante fue sustituido por el físico y actual titular de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), Marco Antonio Raupp.
Lula elogió a Haddad: «No veo cómo su nombre no puede estar en los grandes ministros de Educación de la historia de Brasil»,
La nota de color la ofreció Dilma: cambió una vez más, el nombre del petista y le dijo Pablo Haddad.
Invitado por Dilma a la ceremonia de despedida de Haddad, Lula salió de una sesión de rayos X para dirigirse a Brasilia, donde fue recibido al son de «Olé, olé, olá / Lulaaa, Lulaaa».
La presencia de Lula en la ceremonia mostró la disposición del Planalto y del Partido dos Trabalhadores a usar la mayor herramienta electoral del partido en la campaña por la sucesión del intendente paulista Gilberto Kassab (del PSD, flamante partido que todavía no se ha definido si será opositor u oficialista).
Pero Lula ha decidido nacionalizar la elección en S. Paulo, para darle impulso a todas las otras campañas proselitistas del PT en todo Brasil.
La sustitución de Haddad fue el 8vo. cambio en el gabinete de Dilma, pero fue la única ocasión que contó con la presencia de Lula.
Sentada al lado de Lula, Dilma llamó «gran ministro» a «Pablo Haddad» (Fernando Haddad), defendió el Examen Nacional de Enseñanza Secundaria (ENEM) ante las críticas de los opositores y elogió la capacidad de gestión del pre-candidato del PT, que nunca disputó una elección.
«Ninguno de nosotros es tan soberbio para pensar que un proyecto que se hace nace perfecto. Necesita una prueba real, de ensayo y error», dijo la presidente, refiriéndose al Enem. «Ahora, (…) para un proceso que abarca millones de personas, es inevitable que en los primeros días, haya algunos desvíos. Y nosotros tenemos la humildad de reconocer los desvíos y de corregirlos. ¿Quién no es capaz de hacer esto, no hace una buena gestión y quiero reconocer que Fernando es capaz de hacerlo».
Emocionado, Haddad negó que la concurrida y larga ceremonia haya sirvido como plataforma para su campaña. «El presidente Lula es muy querido y el momento no ha llegado todavía. Es un gran honor que él haya dado prestigio a la asunción de nuevos ministros», comentó, tratando de quitarle el carácter a la estrategia montada por el Planalto.
El pre-candidato del PT restó importancia a la ausencia de la senadora Marta Suplicy (PT-SP) en la ceremonia. Marta fue presionada por Lula y Dilma para desistir de la candidatura en S. Paulo, a favor de Haddad y no esconde su frustración.
«Es una ilusión imaginar que Martha va a estar ausente de la campaña. Quien la conoce sabe que, a su debido tiempo, se entregará por completo. Es una persona que sabe la importancia de nuestro proyecto para recuperar la intendencia, inclusive para rescatar banderas caras para su administración», dijo Haddad.
A diferencia de Martha, el PMDB sí estuvo presente. Estuvieron el vicepresidente de Brasil Michel Temer (presidente en uso de licencia del PMDB) y el presidente del Senado, José Sarney. El PMDB lanzará al diputado Gabriel Chalita como candidato a la intendencia, compitiendo con Haddad.
Lula, sin embargo, trata de convencer a todos para que Chalita acepte ir como Nº2 de Haddad en la boleta del PT.
Fuente: Urgente24