Dudas y crisis en el peronismo cordobés

La pelea entre el kirchnerismo con el peronismo oficialista de De la Sota y Schiaretti, abre un período de dudas dentro del partido de cara a las internas. Síntomas que marcan el distanciamiento de Kirchner con la sociedad del interior y los problemas de armado que obsesionan a la Casa Rosada de cara a las elecciones del año que viene.

El 2011 está cada vez más cerca, y los políticos argentinos no paran de idear estrategias que lo puedan acercar a una sociedad totalmente dividida y descreída de los partidos tradicionales, y que busca que se les de solución cierta y concreta a los problemas reales de todos los días.

El Partido Justicialista, que comanda el ex presidente Néstor Kirchner, se encuentra pasando un período de crisis interna muy grande, lo que hace que el santacruceño se siente a pensar en futuros aliados que le permitan pelear con mayor tranquilidad la candidatura presidencial para el año que viene, y armonizar un poco las incordiosas relaciones que hay hoy en día en el PJ.

Un ejemplo de lo que se vendrá dentro del peronismo, lo marca la fuerte interna que se vive en territorio cordobés, donde la tropa que comandan el ex gobernador José Manuel de la Sota y el actual mandatario Juan Schiaretti, chocan con las fuerzas que siguen fielmente al kirchnerismo, sobre todo la figura del intendente de Villa María, Eduardo Accastello.

Las autoridades del PJ de la provincia mediterránea está copada por hombres delasotistas, que esperan evadir la lucha interna y presentar una candidatura unida y sin problemas de cara a las elecciones del año que viene, y de esa manera poder seguir manteniendo lo más alto del poder cordobés para el peronismo, tal como se lo viene haciendo desde 1999.

El santacruceño ha dado la orden de que no haya internas en la Docta y que se trate de consensuar un plan conjunto con el delasotismo para de esa manera parar el fuerte desarrollo que están teniendo en la población las candidaturas de Luis Juez y del radicalismo, que amenazan con dejar al peronismo sin el control de una de las provincias más importantes del país.

Por el momento, Accastello parece no escuchar los consejos de su líder y hace su propio juego, no bajando sus intenciones de ocupar la casa de gobierno provincial en el 2011 y poniendo al peronismo cordobés contra las cuerdas, ya que una interna dejaría al descubierto la imposibilidad que se tiene de dirimir sus diferencias y de presentar un proyecto en común a toda la sociedad para los próximos cuatro años.

A pesar de que de la boca para afuera Accastello asegura que la única forma que tiene el peronismo de seguir en el poder es uniéndose en su conjunto, porque de esa manera podrá derrotar al juecismo y la UCR , la realidad marca que los egoísmos marcan la cancha en el Justicialismo y puede poner en riesgo la estrategia K de sumar votos de todos los sectores díscolos a su conducción en el partido fundado por Juan Perón en los años ’40.

La imagen negativa de Kirchner en territorio mediterráneo trepa al 63 por ciento según una encuesta de Management & Fit, lo que deja en claro que de no llegar a una alianza electoral con el delasotismo, las posibilidades del patagónico de conseguir los votos para llegar al tan deseado 40,1% y evitar una segunda vuelta en el 2011, se encuentran lejanas.

Las necesidades políticas llevan a que dos extremos políticos, como lo son De la Sota y Kirchner, se puedan llegar a unir electoralmente en el 2011, ya que la debilidad en la que se encuentra el Justicialismo cordobés por estas horas, obliga a una unión total del peronismo, sino puede ser que la gobernación conseguida por el PJ en el ’99 luego de años de poder radical, pase nuevamente de manos a los partidos opositores.
Fuente: agenciacna.com