«Esto es una revancha, en todo sentido»

David Trezeguet revolucionó el mundo millonario; debutó con un gol ante Racing y se ganó los elogios de sus compañeros: «Ojalá frente a Boca sea una fiesta», opinó

MAR DEL PLATA.- David Trezeguet habla con todos. Gesticula. Parece un chico de 17 años que acaba de debutar en primera. Pero tiene su carrera hecha: nació en Platense, se hizo ídolo en el glamour de Mónaco, fue campeón mundial con Francia, ganó prestigio y dinero en Juventus (Italia), y paseó sus goles por medio mundo. A los 34 años, su periplo futbolero lo trajo a Núñez.

«¡Esto es grandioso; es el inicio de una nueva aventura!», se regocija el delantero que, sin tocar la pelota, ya había recibido tantos aplausos de la hinchada millonaria como dos que hace rato mueven a la multitud: Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. «Es increíble para mí, es vivir una emoción muy grande. El grupo está trabajando de una manera extraordinaria. No tuve la posibilidad de conocer tantos grupos de este valor», ejemplifica el goleador y, de paso, agradece el buen clima con el que sus compañeros lo recibieron.

Y justo el próximo compromiso de River será el superclásico, el miércoles próximo, en Chaco: «Ahora viene Boca y espero se dé de una manera pacífica. Vamos con la máxima disponibilidad para hacer un buen partido. Son clásicos, como el de Racing, que te hacen crecer, te dan un margen deportivo. A mí me va a dar experiencia. Los chicos lo quieren jugar y espero que sea una fiesta. No lo voy a negar… Hay mucha expectativa por ese partido».

El futbolista vivió su debut con una intensidad inusitada. Durante el segundo tiempo, y mientras hacía la entrada en calor, relojeaba el banco de suplentes para intuir cuándo le llegaría su hora. A los 24 minutos, el cartel luminoso mostró el número 17, y el capitán Cavenaghi -nada menos-le cedió su lugar. Trezeguet derrochó adrenalina («Estaba nervioso antes de entrar porque quería hacer bien las cosas y dejar una imagen positiva», admite) y hasta fue amonestado.

El climax se produjo tras un contragolpe manejado por el uruguayo Carlos Sánchez. Trezeguet se generó el espacio solito y apareció bien abierto. Controló, miró a Saja y se inventó una definición europea, al segundo palo. Como para besarse el escudo y comenzar a ganarse a la gente. «Para mí, esto es una revancha en todo sentido. Vengo de una experiencia un poco negativa [no tuvo continuidad en Bani Yas, de Emiratos Árabes, que ahora dirige el argentino Gabriel Calderón], de meses difíciles. Venir a River me causaba una gran expectativa. Por eso trabajo bien, serenamente. Estoy contento con lo que jugué, necesitaba esto», se confiesa.

El delantero, que también se reconoce hincha millonario, compara lo vivido durante sus primeros años con otro club gigante en el que fue querido por todos los tifosi italianos. «No conocía esto desde la experiencia de Juventus (Italia). La gente está y quiere ganar más; quiere ganar todos los partidos. Lo vivo como hincha, pero también desde adentro, en mi primera experiencia dentro del vestuario de River». Trezeguet también tiene palabras de agradecimiento para Matías Almeyda, el entrenador de River, y ventila el sueño de todo el grupo, el ascenso. «Hay mucha paciencia de parte del entrenador para que se entienda qué es lo que se pretende que hagamos en la cancha. Tenemos un objetivo que tenemos que desarrollar en los próximos seis meses, que es el ascenso deseado por todos».

Trezeguet vivirá de los goles que pueda convertir. Y allí entrará en juego Alejandro Domínguez, llamado a ser uno de los principales asistidores durante el próximo semestre. El Chori elogió al flamante 9 de River. «Definió espectacular», felicitó. Y agregó: «Le dimos la bienvenida y se va a adaptar muy rápido porque River tiene un gran grupo, por sobre todas las cosas».

Ese «gran grupo» del que habla Domínguez parece haber sumado poder de fuego made in France. Era una asignatura pendiente para conseguir lo que los hinchas reclaman como obligación: el ascenso. Ahora llega Boca, el rival de siempre. Y el 5 de febrero, en Isidro Casanova, espera Almirante Brown. Agazapado para recibir a este River con acento francés.
El Chori y el cambio de delantero a enganche

Domínguez, conductor y figura del nuevo tridente

MAR DEL PLATA.- Como maestro de mediocampistas centrales, Matías Almeyda tomó una decisión fundamental en el predio que la AFA tiene en Ezeiza, donde River hace la pretemporada: ungió a Ezequiel Cirigliano como su sucesor y le dio la mitad de la cancha. En soledad. Eso desterró el doble cinco de la táctica y abrió un cupo para el ataque. La movida de ajedrez le dio un tinte mucho más ofensivo. El paso siguiente fue retrasar al Chori Domínguez como enganche y dejar a dos delanteros de área fijos, lugares que tienen nombre y apellido: Fernando Cavenaghi y David Trezeguet. Con esa avanzada, más los desbordes de Ponzio o Carlos Sánchez por la derecha, y del incansable Lucas Ocampos por la izquierda, Almeyda pretende acorralar a los rivales de ocasión. Lo hizo en Mar del Plata y enfrente tuvo a un equipo de jerarquía como Racing. Está por verse si puede lograrlo en la B Nacional..

Fuente: La Nación