Antonio Fusca, quien había quedado comprometido por una escucha telefónica, se presentó en una escribanía, solicitó una licencia por tiempo indeterminado y realizó una denuncia por intimidaciones. El club quedó al mando del vicepresidente primero, Sergio Ramos
El presidente de Chicago, Antonio Fusca, solicitó una licencia «por tiempo indeterminado» en su cargo, luego del violento episodio que derivó en la muerte de un integrante de la barrabrava del club.
Además, Fusca -que asumió la presidencia el pasado 14 de diciembre- presentó una denuncia por amenazas, tal como había asegurado en sus únicas declaraciones periodísticas tras los hechos ocurridos en la víspera en el Polideportivo del club, en el barrio porteño de Mataderos.
Fusca radicó la denuncia en la Comisaría 42, ubicada frente al mencionado Polideportivo, sobre la avenida Lisandro De la Torre, a tres cuadras de donde fallecióAgustín Rodríguez de un «fierrazo» en la cabeza.
«A mí me pegaron por todos lados, me pusieron un fierro en la panza y dijeron que iban a matarme a mí y a toda mi familia», había dicho Fusca en declaraciones radiales esta madrugada.
Fuente: Infobae