Polo gastronómico para reactivar el Paseo de la Infanta en Palermo

Volverán a instalar bares y restoranes en los arcos ferroviarios del tren Mitre. Proyectan la construcción de la plaza de la Shoá.

La idea es modificar el estado de abandono que muestra el Paseo de la Infanta desde hace más de 10 años y convertirlo, como en los viejos tiempos, en un centro de atracción de Palermo. El Gobierno nacional prorrogó la concesión a una empresa privada, que construirá un polo gastronómico con los restoranes más reconocidos. El Gobierno de la Ciudad, en tanto, también aportará para que ese sector de la Ciudad vuelva a resurgir con la construcción de la plaza de la Shoá, un espacio que servirá para recordar el Holocausto.

El avance de la recuperación del Paseo comenzó el año pasado, cuando luego de varias trabas judiciales, Nación extendió el contrato de la concesión a la empresa Panter SRL. Tendrá hasta 2020 la explotación comercial de los 20 arcos ferroviarios que se tienden en forma paralela a la avenida Infanta Isabel, entre Del Libertador y Freyre. Allí se construirá un polo gastronómico, donde se instalarán restaurantes, bares y pizzerías, entre otros negocios. Los trabajos ya arrancaron, entre ellos la reparación y limpieza de los terrenos.

Luego de eso se terminará por completo la plaza que ideó la Ciudad. Se trata de un paseo en recuerdo del Holocausto judío, que contará con 5.338 m2 de césped, 46 árboles y 790 arbustos de distintos tipos. La realización de la plaza, según explicaron desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, no demandará más de dos meses (podría estar lista para abril), aunque para concluir con la construcción deben terminar algunos trabajos en los arcos ferroviarios.

El Paseo de la Infanta supo brillar en los primeros años de los 90. Allí, se destacaban los lugares de comida y los boliches, por lo que los fines de semana era un lugar de encuentro también para los jóvenes. Luego de la tragedia que terminó con la muerte de una nena de seis años (ver La historia negra…), el lugar, de a poco, fue perdiendo su luz. Los negocios comenzaron a cerrar, entre ellos el famoso de la cadena Wendy’s. Durante los últimos años, el espacio quedó relegado al abandono y hasta llegó a ser usado como una terminal de colectivos por un permiso del Gobierno nacional, lo que generó una gran cantidad de críticas de los vecinos. Ahora, de a poco, irá cambiando la cara.

Fuente: La Razón