Paralizan la ampliación del Canal de Panamá

Miles de obreros comenzaron una huelga indefinida. Reclaman un aumento salaria y el pago de las horas extras y feriados trabajados. Además, exigen mejoras en las medidas de seguridad.

Los miles de obreros movilizados también reclaman aumentos salariales y denuncian malos tratos por parte de sus superiores extranjeros. Exigen ser escuchados por el ministerio de Trabajo y las autoridades de la vía interoceánica.

El dirigente Rolando González dijo a la agencia AP que cerca de 6 mil trabajadores del proyecto en las zonas del Pacífico y el Atlántico, que adelanta el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), respaldan la medida desde el lunes, aunque la empresa sólo se refiere a «un grupo de manifestantes».

Los huelguistas no son obreros de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y su medida no afecta la operación de la vía marítima, aunque podría inquietar a las autoridades por los retrasos que ocasione en los trabajos de ampliación, que por un costo total de 5.250 millones de dólares debe estar lista en agosto de 2014.

«Lo que estamos peleando es el aumento salarial, ya que es muy bajo (lo que ganan) los carpinteros y trabajadores calificados», señaló González, quien asegura que fue sacado del proyecto, pero que los trabajadores lo apoyan como uno de los voceros de la protesta. «Las prestaciones laborales están por el suelo; los cálculos (del salario, horas extras, etc) están mal sacados. Hay mucha falta de seguridad».

GUPC asegura que «cumple a cabalidad» con las condiciones laborales y salariales que exige la convención colectiva conforme a las distintas especialidades de trabajo en el proyecto. Admite, sin embargo, que las últimas semanas se ha implementado un nuevo sistema de planilla en el que se registraron «errores en la incorporación de algunos datos», que están siendo revisados.

Un grupo de obreros había realizado una paralización similar en el 2010. GUPC, que integran la empresa española Sacyr Vallermoso, la italiana Impregilo, la belga Jan De Nul y la panameña CUSA, ganó a mediados de 2009 la licitación para la construcción del tercer juego de esclusas por un costo de alrededor de 3.200 millones de dólares. Ese es el mayor componente de la ampliación.

GUPC, cuya posición sobre el paro obrero fue divulgada por una empresa que le maneja las relaciones públicas, explicó que todos sus trabajadores gozan de un salario mínimo de 2,90 dólares la hora y que se ha pagado «ininterrumpidamente» desde que comenzó la obra en agosto de 2009.

Pero los trabajadores exigen que a los ayudantes, ya sean carpinteros, albañiles, soldadores y otros, se les pague 4,90 dólares la hora y a los obreros más calificados 7,10 la hora y no 3,52, como hace la ACP con sus empleados, sostiene González.

«Ése es un salario digno que la gente puede ir a un supermercado y comprar su canasta básica (de alimentos), tener su vestimenta adecuada y sus medicinas», señaló González en la entrada del proyecto en Cocolí, en el lado del Pacífico del canal.

Los trabajadores se oponen a que el poderoso sindicato de la construcción, al cual están agremiados, intervenga en el conflicto porque dicen desconfiar de sus dirigentes. La ACP no se ha pronunciado sobre el tema, mientras que GUPC afirma que cumple con el contrato firmado con esa entidad que administra la vía marítima.

Fuente: AP