El fiscal Alvaro Garganta confirmó este lunes que en el cuádruple crimen de La Plata también sigue las hipótesis de si Susana Bartoli -la mayor de las víctimas y funcionaria de la Justicia platense- practicaba el rito umbanda y si tenía deudas de juego con un prestamista, y ratificó que los asesinatos los cometió «alguien que conocía a la familia o una persona a quien ese alguien le facilitó el acceso».
El funcionario del Ministerio Público, que hasta ahora acusa del crimen por supuesta explosión de celos al karateca Osvaldo Martínez, novio de Bárbara Santos, confió que «estamos investigando en esas líneas» y afirmó que hay en curso nuevas pericias sobre «las llamadas telefónicas».
Asimismo, ratificó que el crimen fue cometido «por alguien que conocía a la familia o por una persona a quien ese alguien le facilitó el acceso» a la vivienda.
También confirmó que un travesti platense apodado «La Sirenita», que «se encontraba con Bartoli e iban al bingo», se presentó espontáneamente a declarar en la Fiscalía y negó cualquier tipo de relación con el múltiple asesinato de una niña y tres mujeres. Incluso detalló que el travesti pidió que se le extraigan muestras de sangre para cotejar su ADN con el de las manchas hemáticas encontradas en la casa del crimen, ubicada en la calle 28, entre 41 y 42, del barrio platense La Loma.
En ese sentido, dijo que esa persona «no está prófuga, aportó su muestra de ADN y no coincide con lo obtenido en el lugar de los hechos». «No se puede estigmatizar a una persona por su condición», dijo en declaraciones radiales.
En cuanto a la supuesta afición al componente lúdico de Bartoli indicó en declaraciones periodísticas que «por los recibos se sabe que había tomado bastante crédito» en algunas «financieras» y señaló que «estamos investigando si había deudas a particulares». Sobre Martínez sostuvo que «iba todas las noches a las 21.30 a la casa y justo esa noche no fue… las antenas lo ubican en tres lugares distintos», recordó el fiscal.
Garganta explicó que todos los presuntos involucrados, «incluso los que mencionó Martínez, que era el más íntimo allegado a la familia, todos ofrecieron voluntariamente su ADN porque no querían tener problemas, y ninguno coincide con el ADN obtenido» donde fueron asesinadas las cuatro mujeres.
Fuente: TN