El nuevo gobernador Alberto Weretilneck debe resolver la renegociación de los contratos petroleros.
El tema quedó en la órbita del nuevo ministro de Producción de Río Negro, Juan Manuel Pichetto.
Neuquén > La provincia de Río Negro busca replicar los logros de la política de hidrocarburos desarrollada en Neuquén durante los últimos años. Más allá del nombramiento de Alberto Weretilneck como nuevo gobernador de Río Negro, tras la trágica muerte de Carlos Soria, todo indica que si bien la nueva gestión va a tomarse un tiempo antes de encarar los próximos pasos, va a intentar avanzar con un tema clave en materia de hidrocarburos: la renegociación de los contratos petroleros que había quedado pendiente para este año.
El nuevo ministro de la Producción, Juan Manuel Pichetto, quien reemplazó a Luis Bardeggia tras la asunción de Weretilneck, tendrá bajo su área la nueva Secretaría de Hidrocarburos y Minería, que se crearía en febrero producto de las modificaciones previstas a la ley de ministerios.
La cartera hidrocarburífera genera fuerte expectativa porque la gestión del Frente para La Victoria alienta grandes posibilidades económicas para Río Negro con el relanzamiento petrolero, como así también con la revisión de la política minera que ya se puso en práctica.
El espejo neuquino que seguramente va a evaluar Pichetto tiene tres patas: la renegociación de los contratos petroleros que puso en práctica Neuquén con una suba del 3% en las regalías, el pago de un adelanto por parte de las empresas y la creación de una empresa provincial de energía a la cual deban asociarse las petroleras.
La estrategia de la administración Sapag en materia de hidrocarburos se pudo llevar adelante gracias a la Ley Nacional modificatoria 26.197 de 2007, que traspasó los yacimientos a las provincias. En ese marco, la provincia, a través del Decreto 0822 del año 2008, puso en marcha la renegociación de contratos con un mecanismo donde se estableció el pago inicial de un monto que la empresa debía arreglar con el Gobierno para la explotación del yacimiento. Además, se aumentó el porcentaje de regalías del 12% al 15% mensual de lo producido, y se les exigió a las empresas presentar un programa de inversiones, asumir el compromiso de emplear mano de obra provincial y adquirir servicios y productos en la provincia, como también aceptar nuevas condiciones para el pago de servidumbres y cuestiones impositivas.
Unas 48 petroleras firmaron el acuerdo de renegociación con la provincia, lo cual le permitió embolsar como canon por única vez unos u$s 400 millones. Un punto clave de la renegociación de los contratos que vencían entre 2015 y 2017, fue la extensión de los mismos por 10 años más.
Con respecto a las inversiones, sólo YPF se comprometió a desembolsar unos u$s 3.200 millones hasta el año 2025.
El nuevo escenario le permitió a Neuquén recuperar una parte de la renta petrolera que había perdido significativamente en la década del `90 con la privatización de YPF.
El otro puntal ha sido la creación de Gas y Petróleo (G&P) de Neuquén, la empresa estatal de la provincia, que se quedó con las áreas que no habían sido concesionadas.
Además, una cuestión clave que cambió el escenario fue la negociación de la provincia con Nación para obtener una mejora en el precio del gas para las nuevas inversiones a través del programa Gas Plus. Todos estos factores ayudaron a hacer que Neuquén viviera un cambio de expectativa en el sector que está agotando sus reservas convencionales.
Gracias a estos cambios, el gobierno neuquino proyecta para este año ingresos hidrocarburíferos por $3.150 millones a pesar de la caída en los niveles de producción.
Neuquén también ha sido un modelo para otras provincias como Mendoza, Tierra del Fuego y Santa Cruz. En Chubut, en cambio, la renegociación del contrato de Cerro Dragón se hizo con un canon muy bajo.
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