Fiat volverá hoy a poner en marcha su planta de Córdoba, luego de haber frenado por completo su producción dos días, debido a un problema de desabastecimiento de autopartes importadas. A pesar de lo que explicitó el Gobierno, la automotriz confirmó mediante un comunicado que la parada obligada se debió a «la falta de insumos importados, derivada de las demoras generadas por el cambio de régimen para la tramitación de licencias de importación sin excepción».
En ese mismo párrafo, especificó que el problema quedaría superado ayer «ante la firme voluntad de las autoridades de la Secretaría de Comercio Exterior», que dirige Beatriz Paglieri, mano derecha de Guillermo Moreno.
La empresa podrá entonces volver a producir, a partir de hoy, los aproximadamente 700 autos diarios -de los que exporta cerca de un 85% a Brasil- en su fábrica de Ferreyra. «Las constancias de excepción para la importación de autopartes vencieron en diciembre último y no fueron renovadas como consecuencia de un cambio del régimen que se impuso para la tramitación de licencias sin excepción», explicó Fiat.
A pesar de la información brindada por la empresa, desde el Gobierno contradijeron a la automotriz. Según la ministra de Industria, Débora Giorgi, la decisión de la compañía de parar la producción (lo que afectó a 2500 de los 4000 empleados) fue «mezquina y alejada de la realidad». La funcionaria consideró que «es incomprensible parar la producción con el consabido perjuicio que esto les ocasiona a sus trabajadores».
«El grupo argumenta un supuesto faltante de piezas ocasionado por una modificación en el sistema de importación, cuando se tienen pruebas fehacientes de que los requerimientos que la empresa realizó el viernes pasado para importar partes y piezas fueron liberados en gran parte», advirtió.
Giorgi indicó además que «el lunes pasado el Gobierno le pidió al grupo Fiat identificar y solicitar formalmente las autopartes prioritarias que necesitaba para que el proceso productivo continúe con normalidad y la planta siga funcionando». Según la funcionaria, sólo ayer la empresa elevó el pedido al Gobierno. «Parecería querer utilizar a los trabajadores como moneda de cambio para importar indiscriminadamente», cerró.
Lo cierto es que casi el 50% -900 piezas, si se estima que un vehículo tiene cerca de 1800- de los modelos Palio y Siena que se fabrican en Córdoba se producen con autopartes importadas. Cerca de la empresa describieron la situación como «caótica» y contaron que «se hicieron una serie de pedidos en cadena para hacer todo lo posible y no tener que parar la producción».
La consultora abeceb.com estimó que las importaciones de autopartes totales crecieron de 7926 millones a 10.790 millones de dólares entre 2008 y 2011, lo que representa un salto de 36,1%. Y estima un saldo comercial negativo en el sector de US$ 8150 millones el año pasado. Entre los rubros que más crecieron porcentualmente en 2011, según la consultora, aparecen aires acondicionados, calefacción y sus componentes, autopartes de plástico y motores. Pero en términos de aporte al crecimiento en valores se destacan la transmisión, los motores y los sistemas eléctricos, dada su mayor incidencia en el total importado.
Las palabras de Giorgi, que desde el 10 de diciembre pasado no maneja las licencias no automáticas (LNA), ahora en manos de Paglieri, en el sector se interpretan como una «búsqueda de protagonismo perdido».
«Estamos buscando la forma de que mañana se pueda trabajar de forma normal», señaló, en tanto, Angel Tello, secretario adjunto de la filial cordobesa de Smata..
Fuente: La Nación