La masacre que conmovió a Mendoza y al país el pasado 8 de diciembre, cuando fueron asesinados un chico de 10 años, su madre y sus abuelos, estaría esclarecida a partir de las pruebas científicas colectadas, en particular las de ADN. Según publica hoy un matutino porteño, ya estaba acreditada la autoría de una única persona, y el material genético encontrado pertenecería al menor de 13 años, amigo del chico asesinado.
El menor comenzó a estar sospechado a partir de sus sucesivas contradicciones en las declaraciones que brindó inmediatamente después del hecho ante la policía y la justicia. Aparentemente, el móvil del crimen estaría vinculado con que la madre del chico asesinado habría «descubierto» alguna situación de carácter sexual entre los dos chicos.
El adolescente se encuentra actualmente internado en un hospital psiquiátrico.
Fuente: Infonews