El juicio en España a los hermanos Juliá y un amigo, por transportar 944 kilos de cocaína en un avión privado, comenzará en junio próximo en los tribunales de Barcelona, informaron agencias internacionales.
En el banquillo de los acusados estarán sentados Gustavo y Eduardo Juliá, hijos del fallecido brigadier José Juliá -jefe de la Fuerza Aérea del Gobierno de Carlos Menem-, y Gastón Miret, hijo de otro brigadier, José Miret, quien fue secretario de Planeamiento de la última dictadura militar.
Los tres llevan un año cumpliendo prisión preventiva en la cárcel de El Prat, en las afueras de la ciudad condal.
Hace exactamente un año, el 2 de enero de 2010, un avión Challenger 094, de la empresa de la empresa «Medical Jet» de los Juliá, arribó al aeropuerto de El Prat, con punto de partida en el aeropuerto bonaerense de Morón y escala en Cabo Verde, Africa.
Apenas arribó a esa estación aérea, la Policía española subió a la aeronave y descubrió que transportaba una carga de 944 kilogramos de cocaína, embutida en los tapizados y paneles, por lo que los tres tripulantes quedaron detenidos.
Además de los Juliá y Miret, el juez español ha imputado a otras tres personas, responsables de una de las empresas contratadas para realizar el «handling» del avión, servicio que incluye desde la atención a los pasajeros y la limpieza de la aeronave hasta las tareas de carga y descarga.
Estos tres operarios fueron imputados por las sospechas de que pudieran estar involucrados con el tráfico de cocaína, aunque en su declaración como imputados hace unos días se desentendieron del alijo y mantuvieron que desconocían por completo la carga del avión.
Los responsables de la empresa de «handling», encargada también de efectuar las reservas del alojamiento de los tripulantes, se declararon ajenos al avión que llevaba el alijo y recalcaron que era la primera vez que la operadora contrataba sus servicios de asistencia del vuelo.
En las próximas semanas la Justicia española aguarda por los resultados de las pericias de las cajas negras del avión y la aparatología para determinar si los pilotos conocían respecto a la carga de los 900 kilos.
La investigación judicial supuestamente estableció que la cocaína fue cargada en Morón, donde el avión permaneció durante las semanas previas y fue acondicionado, aunque el ministro el Interior, Florencio Randazzo, dijo que ese operativo se había llevado a cabo en la escala en Cabo Verde.
Fuente: Online-911