Manu tuvo un gran debut ante Memphis, y lo equiparan con hombres importantes en otros deportes norteamericanos. Hace un par de semanas, nomás, George Karl, el DT de Denver Nuggets, tuvo que responder las preguntas de los periodistas locales acerca de la particular historia de un quarterback de otro equipo de la ciudad, Broncos, en el fútbol americano. Se trata de Tim Tebow, un jugador que se caracteriza por la energía que transmite a sus compañeros, la garra y la increíble eficacia que consigue en los últimos cuartos de los partidos para dar vuelta resultados adversos.
La pregunta específica a Karl fue: «¿Hay en la NBA un jugador que represente lo que Tim Tebow para su equipo?». El DT contestó: «Manu Ginóbili. Es el tipo de jugador que tiene la voluntad de ganar, que te dice: «Vamos a ganar el maldito juego», y tiene esfuerzo, pasión y compromiso». No es un elogio menor si se tiene en cuenta que, en un pasado no muy lejano, Karl fue uno de los detractores de Ginóbili en más de un cruce caliente de los playoffs contra Nuggets. Más tarde, le trasladaron la anécdota a Ginóbili, que consultó: «¿Quién es Tim Tebow?».
En el arranque de San Antonio Spurs (que esta noche juega contra los Clippers), Ginóbili se las arregló para ser sorprendente una vez más, en el triunfo por 95-82 sobre Memphis, el verdugo que lo eliminó en la primera rueda de los últimos playoffs. Se puede resumir su tarea sólo con los números: 24 puntos, con 4/7 en dobles, 3/8 en triples y 7/8 en libres. Además sumó 5 rebotes, 4 asistencias, 3 recuperos y 1 tapa. Hizo bastante de todo, como siempre.
También se puede explicar cómo llegó a completar algunas de esas estadísticas. Manu fue determinante levantando al equipo en el comienzo de la segunda mitad (el visitante ganó la primera mitad por 44-43), con dos jugadas de tres puntos, una fantástica asistencia de faja al debutante Kawhi Leonard y un robo. Y San Antonio sacó 19 tantos de ventaja (68-49). Con 2m58s por jugar en el tercer cuarto, Popovich envió a Ginóbili a descansar. El partido parecía definido. Pero en los 7 min siguientes, los Grizzlies se acercaron a 7 puntos (70-77).
Otra vez hubo que poner en acción al bahiense, ya en el último parcial. Lo que pasó fue lo que tantas otras veces. En poco más de cuatro minutos, Manu, con nueve puntos, encabezó un parcial de 15-6 para San Antonio. Fue una ráfaga que llevó el marcador a un tranquilizador 92-76.
Tras esa muestra contundente de lo que Ginóbili representa para los Spurs, los comentaristas de la transmisión de Fox Sports para Estados Unidos recordaron la anécdota de Karl y Tebow entre risas: «Si le dijera a Manu Ginóbili que se parece a Lionel Messi él sabría exactamente quién es. Pero se parece a Mariano Rivera, así que preguntaría: «¿Quién es Mariano Rivera?»».
En nuestro país, el béisbol no es muy conocido, así que vale la aclaración. El panameño Rivera es pitcher (lanzador) de New York Yankees. Pero no es uno cualquiera. Es lo que se conoce como un closer (cerrador). Es aquél que cuando un equipo está ganando, pero necesita garantizar la victoria en el tramo final de un partido, entra para definir todo. A Rivera lo consideran el mejor «cerrador» de todos los tiempos en la MLB.
Más allá de la explicación de deportes estadounidenses que no resultan atractivos para nuestra cultura deportiva, la sensación es que cuesta encontrar alguien en la NBA como Ginóbili. Habrá algunos que tienen mejores estadísticas y muchos de menor rendimiento. Pero ninguno que transmita exactamente lo que transmite él.
Refiriéndose a la lesión en el codo de Ginóbili en los últimos playoffs, cuando los Spurs perdieron contra Memphis, Buck Harvey, periodista de San Antonio Express, contó ayer: «Uno de los técnicos del equipo admitió que los jugadores perdieron la fe después del golpe de Manu». El diario publicó una estadística que revela que con Ginóbili en la cancha Spurs ganó el 70,1% de los partidos (529-266), pero cuando Manu estuvo lesionado o descansó, el porcentaje bajó a 59,4 (66-45). Distintas formas de tratar de explicar una misma cosa. Aunque Manu siga sin saber con quién lo comparan.
Fuente: Cancha Llena