El genocidio armenio divide a Francia y Turquía

Luego de que los diputados franceses aprobaran una ley que castiga la negación de la matanza ocurrida entre 1915 y 1917, el primer ministro turco Erdogan acusó al país galo de haber cometido un “genocidio” en Argelia.

Armenia afirmó que el voto de los diputados franceses volvió a probar que no hay «prescripción para los crímenes de lesa humanidad» – AFP
Turquía llamó a consultas a su embajador en París y acusó a Francia de haber cometido «un genocidio» en Argelia, en medio de una crisis diplomática provocada por el voto en el Parlamento francés de una ley que castiga la negación del genocidio armenio.

El embajador, Tahsin Burcuoglu, “regresó (a Turquía) para consultas. Partió con su familia en un vuelo de las 07:40 (hora local)”, declaró un portavoz de la legación diplomática turca en París.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ordenó la suspensión de las visitas bilaterales y la anulación de ejercicios militares conjuntos con Francia, a raíz de la aprobación en el Parlamento francés de la ley que castiga la negación del genocidio armenio.

Erdogan volvió a la carga, acusando a Francia de haber cometido «un genocidio» en Argelia durante la época colonial. «Francia masacró alrededor de un 15% de la población argelina a partir de 1945. Eso es un genocidio», declaró Erdogan en una conferencia en Estambul.

Erdogan acusó además al presidente francés, Nicolas Sarkozy, de atizar la islamofobia y la turcofobia con fines electorales, meses antes de la elección presidencial francesa prevista en abril y mayo de 2012. «El presidente francés Nicolas Sarkozy ha empezado a buscar beneficios electorales utilizando el odio al musulmán y al turco», declaró Erdogan.

CONVICCIONES AJENAS

En respuesta, Sarkozy urgió a Turquía a respetar las convicciones ajenas. «Yo respeto las convicciones de nuestros amigos turcos, son un gran país, una gran civilización, y ellos deben respetar las nuestras», dijo Sarkozy a medios franceses en Praga. «Francia no le da lecciones a nadie, pero tampoco quiere recibir», apostilló.

Azerbaiyán, aliado de Turquía, se sumó al debate condenando la iniciativa francesa, «que sólo creará problemas», según la cancillería.

Turquía puso fin también a las consultas políticas con Francia, en particular en asuntos sensibles como la situación en Siria, donde Ankara desempeña un papel muy importante.

Sin embargo, el primer ministro turco no anunció sanciones comerciales contra Francia, un importante socio económico. El volumen de los intercambios bilaterales sumó unos 12.000 millones de euros en 2010.

REACCIÓN “EXAGERADA”

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppé, «lamentó» las decisiones de Turquía y exhortó al gobierno turco a evitar «reaccionar exageradamente».

Los diputados franceses votaron una ley que castiga con un año de cárcel y 45.000 euros de multa la negación de un genocidio reconocido por la legislación francesa, entre los cuales figuran el de los judíos en la Segunda Guerra Mundial y el de los armenios entre 1915 y 1917.

En 2001, Francia aprobó una ley que reconoce el genocidio armenio, en el que según los armenios murieron 1,5 millones de personas en tiempos del moribundo Imperio Otomano. Turquía reconoce que unos 500.000 armenios murieron en combates y durante su deportación, pero no debido a un plan de exterminio.

El proyecto de ley debe ser examinado por el Senado francés, lo que puede llevar varios meses.

Armenia afirmó que el voto de los diputados franceses volvió a probar que no hay «prescripción para los crímenes de lesa humanidad y que negarlos debía ser castigado».

En cambio, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) criticó el proyecto de ley, por considerar que se presta a criminalizar los debates históricos y obstaculiza la libertad de expresión.
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