BEIRUT (Reuters) – Casi 50 personas fueron asesinadas el martes en Siria, según un grupo activista, dos días antes de la llegada de enviados de la Liga Arabe para preparar una misión de observadores que evalúe el cumplimiento de un plan para detener el derramamiento de sangre.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, indicó que 23 personas murieron en enfrentamientos con fuerzas del presidente Bashar al-Assad en la provincia norteña de Idlib, y 14 miembros de sus fuerzas de seguridad fallecieron en una emboscada rebelde.
La cifra total de muertos era de al menos 47 personas, indicó el organismo.
En Idlib, situada en la frontera norte de Siria con Turquía, se han registrado encendidos combates últimamente. El Observatorio señaló que el lunes murieron al menos 60 desertores por fuego de ametralladoras cuando intentaban fugarse de una base militar en esa región.
Además, indicó la organización, los rebeldes han dañado o destruido 17 vehículos militares en la zona desde el domingo.
La agencia estatal de noticias SANA dijo que las fuerzas de seguridad había matado a cinco «terroristas» en la provincia de Deraa el lunes por la noche. La agencia añadió que Assad decretó la pena de muerte para cualquiera al que se encuentre distribuyendo armas «con el objetivo de realizar actos terroristas».
El secretario general de la Liga Arabe, Nabil Elaraby, dijo a Reuters en El Cairo que un equipo avanzado de la delegación llegará el jueves a Siria, y los 150 observadores arribarán a finales de diciembre.
«Es una misión completamente nueva (…) y depende de la aplicación de buena fe», dijo.
Siria eludió comprometerse durante semanas, antes de firmar el lunes un protocolo para aceptar a los observadores, que comprobarán su cumplimiento de un plan árabe para poner fin a la violencia, retirar las tropas de las calles, liberar prisioneros y dialogar con la oposición.
«En una semana, desde el inicio de la operación, sabremos (si Siria está cumpliendo)», dijo Elaraby.
Los activistas sirios pro democracia son muy escépticos con el compromiso de Assad al plan, que, si se aplica, podría reforzar a los manifestantes que reclaman el fin a sus 11 años de Gobierno.
«MEJOR OPORTUNIDAD»
Estados Unidos dijo el martes que el plan de la Liga Arabe podría dar resultado pero que depende de que Damasco cumpla con su parte y eventualmente el presidente abandone su cargo.
«Creemos que esta propuesta de la Liga Arabe ofrece la mejor oportunidad para poner fin a la violencia de inmediato para que Siria pueda seguir adelante», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Pero agregó que Washington piensa que Siria aún debe mantener «un diálogo real sobe un futuro democrático, del que no creemos que Assad pueda formar parte. Nuestra posición no ha cambiado: Assad debe irse, no es el hombre para liderar al país en el futuro».
Francia dijo esperar que los observadores puedan iniciar su misión con rapidez, pero también que Assad tiene un historial de promesas rotas y que la violencia del lunes demuestra que «no hay un momento que perder».
«Durante meses hemos visto a Bashar al-Assad incumpliendo las promesas que había hecho a su gente y ha aumentado sus esfuerzos para ganar tiempo frente a la comunidad internacional», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Bernard Valero.
En los últimos meses, las protestas pacíficas han ido dejando paso a enfrentamientos armados dirigidos a menudo por desertores del Ejército.
Algunos líderes de la oposición han pedido una intervención militar para proteger a los civiles de las tropas de Assad.
En una demostración de poder militar, la televisión estatal indicó el martes que la Fuerza Aérea y la Marina celebraron sendas maniobras con fuego real simulando la respuesta a un ataque sobre Siria por tierra o agua.
Las autoridades sirias han hecho difícil que nadie sepa qué ocurre en su atribulado país pues prohibieron el acceso a la mayoría de los medios extranjeros e impusieron estrechos controles sobre los medios locales.
El Observatorio dijo que otras tres personas habían muerto el martes en episodios violentos, dos en la ciudad de Homs y otra en un pueblo de la provincia de Idlib, escenario de represión militar constante en los tres últimos días.
SANA dijo que un capitán de las fuerzas de seguridad había muerto por las heridas causadas por «terroristas» hace una semana en la ciudad de Hama.
Naciones Unidas estima que más de 5.000 personas han muerto en Siria desde que comenzaran las protestas contra Assad en marzo, inspiradas por una oleada de alzamientos en el mundo árabe.
Hace varias semanas, Damasco dijo que 1.100 miembros de las fuerzas de seguridad habían muerto a manos de «bandas armadas terroristas». Desde entonces, una insurrección armada contra Assad ha ganado fuerza.
(Reporte adicional de Edmund Blair en El cairo, John Irish en París, Traducido por Cristina Fuentes-Castillana en la Redacción de Madrid, Editado por Patricia Avila)