El 20 de Diciembre del 2001, miles de argentinos se rebelaron ante el «Estado de Sitio» decretado por el entonces presidente, y salieron a las calles en un inédito movimiento de protesta contra la Alianza y contra el gran nivel de crisis económica que se estaba viviendo. La mayoría de los 39 muertos fueron el 20 de Diciembre.
Al cumplirse 10 años de los hechos del 20 de Diciembre del 2001, donde el país amaneció con importantes concentraciones en los centros de las distintas ciudades, organizaciones políticas, gremiales, culturales y de derechos humanos se movilizarán hoy a la Plaza de Mayo para conmemorar los sucesos trágicos de aquel día donde luego de las concentraciones y la represión, el entonces presidente Fernando De La Rúa renunciaba a la presidencia.
La movilización tendrá como ejes el pedido de justicia por los 39 muertos que la represión policial dejó en aquellos días en todo el país, por las cuales hasta el día de hoy no hay ninguna persona procesada; también exijen: «No al tarifazo y ajuste del gobierno K», «Paritarias libres, sin topes salariales. La huelga es un derecho, no una extorsión», «Cierre de las causas, anulación de las condenas y libertad a los luchadores. Basta de asesinatos, castigo a los culpables», «No a la ley anti-terrorista», «Que la crisis la paguen los grandes capitalistas, banqueros y terratenientes, no los trabajadores y el pueblo».
Desde un comunicado de una de las organizaciones políticas se analizaba que: «Gracias a la protesta en las calles, luego de largos años de acumulación de luchas populares durante los ´90 a lo largo y ancho de nuestro país, pudimos derrotar a lo más nefasto del programa neoliberal, el mismo que en estos momentos queda hecho trizas en Europa».
El representante de Proyecto Sur, Alejandro Bodart afirmó: “A diez años del Argentinazo, y ocho de gobierno kirchnerista, las causas estructurales que originaron la rebelión popular no se han revertido. Con la llegada de la crisis capitalista internacional y las medidas de ajuste anunciadas por Cristina, más temprano que tarde se repetirán acontecimientos similares a los de diciembre de 2001.”
En la noche del 19, cuando comenzaba a llegar la gente a concentrarse frente a la Casa Rosada, renuncío el Ministro de Economía Domingo Cavallo. Ya se habían registrado cientos de saqueos en todo el país. La represión comenzó esa noche; algunas familias se desconcentrron y otros se quedaron ahí.
Al mediodía del 20 de diciembre, miles de personas comenzaron a arribar a la Plaza de Mayo y a los centros de las ciudades del país, y la policía comenzaba a reprimir. Canales de televisión y radios cubrían la situación y mostraban como personal de Caballería atacaba a palazos a las Madres de Plaza de Mayo. A las 16 horas, el presidente De la Rúa, mediante un discurso transmitido por Cadena Nacional, anunciaba que no renunciaría a la presidencia e instaba a la oposición y otros sectores a dialogar abiertamente.
Alrededor de las 19 horas, el presidente De la Rúa renunció luego de que fracasaran sus intentos políticos de salvar al Gobierno, saliendo de la Casa Rosada mediante un helicóptero.
Durante las jornadas del 19 y 20 de Diciembre hubo 39 muertos por la represión policíal; la amplia mayoría de estos eran pobres, y nueve de ellos eran menores de edad.
El movimiento provocó en primer lugar la renuncia de Fernando de la Rúa, lo que no frenó la crisis política. El día 20 se hacía cargo del poder ejecutivo el presidente de la Cámara de Senadores, del partido opositor, Ramón Puerta, quién convocó a una asamblea legislativa para elegir un nuevo presidente.
El día 23 asumía la presidencia Adolfo Rodríguez Saá también del partido opositor. Entre sus medidas estaba la suspensión del pago de la deuda externa, anuncio que fue hecho en el Congreso y acompañado por aplausos por parte de los presentes. Además prometió que sería reintegrado el dinero sustraído a los ahorristas (hecho que nunca sucedió) y la creación de un millón de puestos de trabajo, a través de los denominados planes Trabajar. También prometió un Presupuesto 2002 austero y un plan de trabajo integral.
El 30 de diciembre renunciaba Rodríguez Saá, alegando falta de apoyo político, lo que desencadenó una nueva ola de inestabilidad. Ante la negativa de Puerta, el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Camaño asumía el poder ejecutivo y también convocaba a una Asamblea Legislativa para nombrar un nuevo presidente.
El 2 de enero de 2002 asumía Eduardo Duhalde, el candidato a presidente del partido de la oposición que había perdido ante De la Rua en 1999, como presidente interino, anunciando que serían devueltos los montos sustraídos a la población en la misma cantidad en que habían sido depositados, con la frase: «el que depositó dólares, recibirá dólares», en la misma moneda en que éstos habían sido efectuados, así garantizaba la paz social y el fin de la controvertida Convertibilidad.
Luego vinieron los asesinatos de la Masacre de Avellaneda, el llamado a elecciones y el triunfo de Nestor Kirchner.
Fuente: Diario Hoy