Más temprano que tarde, Hugo Moyano generó la primera fisura trascendente en el interior del justicialismo respecto a la relación con Cristina Fernández y le puso mayor tensión al estado de Guerra Fría entre la CGT y la presidenta. Un mix de razones operó para que aparezca sobre escena el conflicto: el ninguneo de la jefa del Estado y el temor por el avance sobre las obras sociales.
Moyano pasó ayer una contundente factura sobre algunos de los deberes que el gobierno le encomendó para mantener el control de la calle. Reservó otros para el caso de que sea necesario extender el conflicto. La pésima relación con Cristina hizo que en algún momento el jefe de la CGT lucubrase la idea de crear un partido político propio que, según dijeron sindicalistas a La Capital, hasta tenía nombre propio: Partido Laborista. El vendaval de votos en favor de la reelección de la presidenta puso en el freezer esa intención.
Además del rechazo de la presidenta a los usos y formas del líder camionero, una cuestión vivencial complica hasta la conexión humana entre los protagonistas de la historia: Moyano tuvo una fortísima discusión con Kirchner la noche previa a su muerte por cuestiones relativas al PJ bonaerense. Sólo los íntimos sabrán cómo procesó Cristina esa situación.
El discurso del titular de la CGT se pareció ayer al de alguien que puja para que lo sienten en un lugar destacado de la mesa principal, con la amenaza de tirar del mantel si eso no se produce. Moyano admitió que algunos de sus afiliados al Sindicato de Camioneros (y él
mismo) actuó como fuerza de choque para apretar a quienes llevaban adelante la protesta durante la crisis del campo en la provincia de Entre Ríos. Nada dijo, en cambio, sobre los bloqueos a Clarín y La Nación. Por ahora.
El silencio con que el gobierno se manejó tras el acto en Huracán demuestra que a la hora de salir a criticar al compañero Moyano muchos esperan la venia presidencial. Se trata, y se tratará, de un personaje central en la historia del relato kirchnerista.
Fuente: Por Mauricio Maronna / La Capital