Japón: a nueve meses del terremoto, logran estabilizar la central de Fukushima

Las autoridades consiguieron enfriar los reactores nucleares dañados; «la batalla aún no terminó», advirtió, sin embargo, el primer ministro.
TOKIO.- El gobierno de Japón confirmó hoy que los tres reactores nucleares de la central de Fukushima I, dañados por el devastador terremoto ocurrido en marzo, fueron estabilizados con el apagado en frío. Las autoridades adelantaron que se trata de una etapa importante que señala la estabilización del sitio. Sin embargo, el primer ministro japonés Yoshihiko Noda advirtió que la «batalla aún no terminó».

Los reactores de la central de Fukushima «alcanzaron el estado de apagado en frío», declaró Yoshihiko Noda, en conferencia de prensa, al término de una reunión de la célula ministerial sobre el accidente nuclear.

Eso significa que la temperatura en las vasijas de los reactores nucleares está estabilizada por debajo de los 100 grados y que las emisiones radiactivas están controladas.

«Hemos confirmado técnicamente que el agua de enfriamiento circula en forma regular y que la temperatura en el fondo de la vasija de los reactores se mantiene bajo los 100 grados», dijo en una conferencia de prensa Noda. «Por lo tanto, las emisiones radiactiva puden ser contenidas a un nivel suficientemente bajo en el exterior de las instalaciones de la central, incluso en caso de nuevo accidente», destacó.

De esta forma, nueve meses después del accidente provocado por el sismo y el posterior tsunami del 11 de marzo, el gobierno cumple con la segunda etapa de su programa de control de la central. «La etapa 2 está terminada y el sitio está ahora más estabilizado» para permitir la solución del accidente, dijo Noda.
El estado de apagado en frío era uno de los objetivos clave de la segunda etapa del plan de trabajo formulado por la compañía Tokyo Electric Power (Tepco) para terminar con la catástrofe, la peor que haya conocido la industria nuclear en el mundo desde Chernobyl, hace 25 años. El fin de la etapa inicial, que consistía en instalar medios de enfriamiento autónomos, había sido anunciado en julio pasado.

«El gobierno y Tepco utilizan la expresión ‘apagado en frío’ en un sentido diferente de la acepción habitualmente empleada para un reactor sano», dijo Takashi Sawada, vicepresidente de la Sociedad Japonesa de Energía Atómica. En una central en funcionamiento normal, el «apagado en frío» permite proceder a trabajos de mantenimiento.

En el caso de Fukushima I, donde el combustible entró en fusión, perforó las vasijas y se volcó en parte en el fondo del recinto de confinamiento de tres de los seis reactores, el «apagado en frío» no quiere decir que se va a poder intervenir libremente desde el exterior ya que la radiactividad sigue siendo demasiado elevada.

«Todavía debemos enfrentar muchos desafíos», advirtió Noda, que citó entre otros la descontaminación de la zona. A más largo plazo, el premier prometió que las autoridades iban a actuar «con todas sus fuerzas hasta el desmantelamiento» de los reactores accidentados, una tarea que puede llevar de 30 a 40 años.

Agencias DPA, EFE, AFP y ANSA