Ahmadinejad llegó, desafiante, hasta la frontera con Israel

BEIRUT/JERUSALEN.- El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, fue recibido ayer con júbilo en el sur del Líbano por miles de seguidores del movimiento Hezbollah y finalizó su viaje de dos días con una visita a las tumbas de libaneses que murieron en ataques israelíes en 1996 y en 2006.

En un discurso en la ciudad libanesa de Bint Jbeil, a pocos kilómetros de Israel, Ahmadineyad dijo: «todo el mundo sabe que los sionistas no durarán mucho tiempo».

Bint Jbeil cerró escuelas y comercios antes de tiempo, recibió a miles de libaneses llegados desde Beirut y colgó cientos de pancartas para recibir al presidente iraní, cuyas palabras y pasos fueron seguidos atentamente por Israel.

«Los sionistas trataron de destruir este pueblo, pero habéis sobrevivido a los ocupantes y demostrado que Líbano y su resistencia son más poderosos que las espadas sionistas», dijo Ahmadineyad ante unos 200.000 seguidores con banderas iraníes y libanesas en el pueblo donde chocaron el ejército israelí y las fuerzas de Hezbollah en la guerra del Líbano (2006).

Como protesta a la presencia del presidente de Irán, del otro lado de la frontera, los israelíes lanzaron globos con colores de su bandera.

En el último acto de su visita a Líbano, Ahmadineyad se trasladó a la ciudad de Qana, donde más de 100 civiles perdieron la vida en un ataque de la artillería israelí en 1996 contra una base de la ONU, donde se habían refugiado. En 2006, Israel bombardeó otro edificio en Qana, y causó la muerte de 24 civiles, la mayoría niños.

A poca distancia
En los pasillos de Jerusalén y Tel Aviv, los ministerios de Exteriores y Defensa siguieron de cerca una de las visitas menos gratificantes a sus fronteras: la de un presidente que alardea de su deseo de aniquilar a Israel y que consigue congregar a miles de seguidores a «sólo un kilómetro» del país enemigo, tituló ayer el diario israelí de mayor tirada «Yediot Ahronot».

Los medios israelíes dieron amplia cobertura al discurso de Ahmadineyad después de que su gobierno presentó a la visita como un acto desestabilizador para la región. En tanto, países occidentales liderados por Estados Unidos calificaron el viaje de Ahmadinejah de «provocación» y «amenaza» a israel.

Fuente: La Gaceta