A pesar que el partido oficialista, liderado por Vladimir Putin, logró el triunfo; sufrió una fuerte en las elecciones parlamentarias debido a que perdió la mayoría. En las últimas elecciones había conseguido más del 64 por ciento de las adhesiones, mientras que ahora no llegó al 50%.
En el día de ayer se llevaron adelante las elecciones parlamentarias en Rusia y el oficialismo sufrió un notable cimbronazo en las urnas.
El escrutinio le dio el triunfo al partido liderado por Vladimir Putin, Rusia Unida; sin embargo no fue tan contundente como en 2007. El oficialismo consiguió el 49, 5% de los votos, un resultado muy inferior al 64% de hace cuatro años.
Según indican los analistas, esta pérdida de apoyo puede tener consecuencias para Putin que van más allá de un menor control en la Duma ya que este resultado le coloca en un territorio desconocido cuando faltan tres meses para que se someta de nuevo al juicio de los votantes en las elecciones para la presidencia.
«Rusia tiene una nueva realidad política, incluso si ellos rescriben todo», dijo Sergei Obukhov, un legislador del Partido Comunista, fuerza que obtuvo un buen resultado al duplicar sus votos en casi un 20 por ciento.
Un líder de Rusia Unida, Boris Gryzlov, lucía apesadumbrado cuando habló con la prensa tras el cierre de la votación, pero igualmente se declaró ganador y dijo: «Estamos mirando y esperamos obtener una mayoría en la Duma. Podemos decir que Rusia Unida sigue siendo el partido gobernante».
Con este resultado, el partido de Putin perdería su mayoría de dos tercios en la Duma. A pesar de esto, El presidente ruso, Dmitri Medvedev que los guarismos le permitirían conseguir la mayoría.
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